Huesca

EMPRENDIMIENTO

María Tellado: “Me gusta mucho buscar la historia que hay detrás de las prendas”

La Recata Recicla, reutiliza y vende ropa para todos los públicos en Huesca

La clientela puede comprar ropa de todo tipo en la tienda.
La clientela puede comprar ropa de todo tipo en la tienda.
Pablo Segura

A María Tellado Bedía (Viavélez, 1994) siempre le había encantado la ropa de segunda mano, desde la que heredaba de sus primas, hasta la que intercambiaba con amigas o compraba en los mercadillos.

“También me gusta coser, cambiar y arreglar mi ropa”, confiesa esta asturiana afincada en Huesca, que no es de extrañar que finalmente haya volcado su pasión en un negocio textil completamente sostenible, llamado La Recata.

“En mi mente ya se venía planeando la idea de ganarme la vida de alguna forma dentro de este mundillo, así que cuando vi que mis compañeros tenían una sala libre en La Catalítica, les propuse la idea y, desde enero de 2021, aquí estamos”, confirma.

Situada en la calle Lanuza, 34, la tienda abre de martes a viernes (de 11:00 a 13:30 y de 17:00 a 20:00 horas) y los sábados (de 11:00 a 14:30 horas), y en su denominación establece un juego de palabras con el prefijo “re” de reutilizar y reciclar, y el nombre del citado bar oscense.

María Tellado cuenta con una serie de proveedores especializados, que traen la ropa de diferentes puntos de Europa y Estados Unidos.

“Ellos la lavan, la higienizan y hacen una preclasificación. Algunas prendas las compro por kilos y vienen en sacos ‘sorpresa’ y otras las escojo personalmente una a una”, señala.

También vende ropa que le dona la gente de Huesca. “Esa la pongo a precio voluntario, es decir desde los 0 euros hasta lo que quieras dar. A veces simplifico y la pongo toda a 2 euros”, matiza.

Cada vez que recibe un pedido, la joven asturiana separa las prendas, una a una, según necesiten más o menos cuidados antes de comercializarse.

“Quito manchas, remiendo, coso botones… y llevo las cremalleras que no sé arreglar al zapatero. Luego plancho, etiqueto y listo para vender”, enfatiza.

Su clientela es “de todas las edades”, aunque las piezas “vintage” de los 90 “llaman más la atención de los jóvenes y adolescentes”, dice. “Pero siempre intento tener ropa para todos los gustos, de esa que no pasa de moda, como los Levis 501”, agrega.

Al tratar de llegar a todos los públicos, de momento el negocio ha sido muy bien recibido por los oscenses.

“Hay mucha gente encantada con tener una tienda así en Huesca, pero también hay quien sigue prefiriendo opciones de compra de ropa de segunda mano, como los mercadillos o las tiendas solidarias que suelen ser más económicas. Para mí son conceptos de negocio diferentes”, matiza.

Tellado confiesa que le encanta el romanticismo que desprende una prenda que ha pasado por varias manos.

“A mí me gusta mucho encontrarme con una etiqueta que me llama la atención y buscar la historia que hay detrás. Es algo que casi solo te pasa con la ropa vintage. Pero a la hora de comprar, para la mayoría de la gente pesa más el aspecto estético y práctico que la rareza o la historia de la prenda”, lamenta.

Reciclar para combatir el consumismo

En la era del consumismo masivo es muy importante reciclar la ropa, según María Tellado.

“La industria textil es una de las más contaminantes del planeta. Contamina al fabricar y contamina cuando tiramos la ropa y acaba en vertederos. Así que me parece muy importante que como individuos y como sociedad interioricemos la necesidad de reducir la demanda de prendas nuevas y alargar la vida de las que ya tenemos”, asevera.

En el caso de su sector concreto, “esto pasa por agotar primero la vía de la reutilización, favoreciendo el mercado de ropa de segunda mano”, y después y como alternativa al vertedero, “el reciclaje, que es menos conocido, pero en el que actualmente hay muchas empresas implicadas, tanto grandes como pequeñas”, apunta.

La sostenibilidad es una de las claves de La Recata. De hecho, a Tellado le gusta pensar que está ofreciendo “una oportunidad más a la gente de Huesca de consumir reutilizando, lo que a priori es más sostenible que consumir nuevo”.

“En este aspecto, para dar un pasito adelante estoy dándole vueltas a la mejor manera de trabajar a nivel local y reducir la cantidad de ropa que compro fuera y viene de lejos”, termina la joven, muy comprometida con el medio ambiente y su clientela.