Huesca

SOCIEDAD

Una sostenibilidad basada en ciudades intermedias

La comunidad apostó por las comarcalización para retener población y evitar los desequilibrios

Endesa X busca promover la electrificación en las ciudades.
Endesa X busca promover la electrificación en las ciudades.
Endesa X

¿Son sostenibles estos desequilibrios demográficos? El profesor del Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio de la UZ reflexiona que es “una pregunta complicada” porque depende de los “criterios” con los que se responda. “Para la sostenibilidad económica, quizá un economista diga que sí y que no pasa nada por vivir este modelo de concentración de población”, expone sobre una situación que lleva a que España sea de los países con menos densidad de Europa pero tenga la zona más densamente poblada del continente, la zona urbana de Barcelona.

Por otra parte, y sin querer “llevarse por el anhelo de la España rural” de décadas pasadas en la que tampoco sería viable tener en cada localidad todos los servicios que hoy se demandan, Lardiés aboga por un cambio, siendo lo ideal la creación de “una red de ciudades intermedias”.

En ese sentido, indica que “Aragón optó por la comarcalización”, con cabeceras comarcales “que retengan población”. Y es que “todo no se puede salvar. Hay que reconocer que habrá territorios que se quedarán solo para veraneantes”.

Además de pedir medidas “selectivas” para salvar esos territorios a partir de localidades relativamente grandes, Lardiés también se pregunta “por qué no hacer algo para que deje de crecer las grandes ciudades?”, pero él mismo admite que esa opción es muy complicada: “¿Quién les dice que en sus planes generales no incluyan nuevos suelos?”. Aunque aludiendo más a Madrid y Barcelona, el profesor reconoce que “ni siquiera en Aragón” se va a plantear esa pregunta a pesar de que “Zaragoza sea el mayor generador de desequilibrios”.

Hoy, “con una vuelta al medio rural que no es viable”, Lardiés sigue apostando por “reforzar” esa red de ciudades de tamaño “intermedio y bajo” para hacer más atractivo vivir en ellas, aunque admite que “el criterio económico, los poderes económicos” no va en esa línea.

“Soy muy pesimista. No vamos a la recuperación y romper estas inercias costará. Nosotros no lo veremos”, dice Lardiés, quien insiste en que la reacción ha llegado “tarde” y que “claramente hay una España de ganadores y otra de perdedores”, con el Mediterráneo, las islas, Madrid, Barcelona y sus alrededores entre los primeros y todos los demás, la España interior a grandes rasgos, entre los segundos.