Huesca

DÍA DE LAS FUERZAS ARMADAS

Del cierre a la reapertura con un Cuartel General y 600 militares ya

El traslado de la División ‘Castillejos’ desde Madrid ha devuelto la vida al Sancho Ramírez, donde trabajan varias unidades de apoyo

Imagen aérea del Sancho Remírez con la ampliación.
Imagen aérea del Sancho Remírez con la ampliación.
D. A.

Formación a las 8:00 y la puerta principal del cuartel Sancho Ramírez de Huesca, por orden del general de División ‘Castillejos’, Carlos Melero, se queda abierta, como un símbolo de apertura a la ciudad, para que sus vecinos vean que dentro hay actividad. El Cuartel General, con mando orgánico sobre 20.000 efectivos de toda España, y sus unidades de apoyo se preparan en su interior para estar listos para poder intervenir en cualquier lugar nacional o internacional, ya que es el único cuartel desplegable del Ejército de Tierra.

El Sancho Ramírez pasó de cerrar sus puertas, en principio, definitivamente, al término de 2016, a contar con una de las dos divisiones del Ejército. Solo un año después de su cierre, la entonces ministra María Dolores de Cospedal, anunció en Huesca el traslado de esta División. El 2 de enero de 2018 se reabrió con 30 militares de la Unidad de Servicios del Acuartelamiento (USAC) Sancho Ramírez. Hoy, son cerca de 600 y todavía quedan plazas por cubrir hasta alcanzar los 700 anunciados desde el principio. Tras una inversión de 15 millones de euros y la ampliación con 8 hectáreas cedidas por el Ayuntamiento de Huesca, las instalaciones, a falta de algún detalle o mejora, están prácticamente concluidas.

Ensayo del Regimiengo de Transmisiones para su patrón.
Ensayo del Regimiengo de Transmisiones para su patrón.
Pablo Segura

Además del Cuartel General de División Castillejos, se ubican en el cuartel el Batallón de Cuartel General de la División, el Regimiento de Transmisiones nº 1, el Centro de Comunicaciones (Cecom) y la citada Unidad de Servicios. Al mando del primero de ellos, que fueron los primeros en llegar tras la Usac, en primavera de 2020, con un traslado en plena pandemia, se encuentra el teniente coronel Valentín Benéitez. Según explica, es una unidad que da apoyo al cuartel general, que en estos momentos está integrada por 100 militares, aunque les faltarían 50 para estar al completo, por lo que espera que llegue más personal destinado. Bajo su mando, también tiene una unidad de Policía Militar, que se encarga de la seguridad del puesto de mando y son escoltas del general; y una Compañía de Cuartel General, así como personal en la cédulas del Cuartel General.

Ejercicios dentro del cuartel.
Ejercicios dentro del cuartel.
Pablo Segura

“El despliegue en sí lo haríamos nosotros en cuanto a la infraestructura, tiendas, luz... mientras la unidades de Transmisiones de encargan de darle los sistemas de mando y control de telecomunicaciones, que a nivel de División es bastante complejo”, indica. En caso de despliegue, formarían el núcleo y se añadirían otras unidades. En su batallón, hay una unidad de inteligencia también que trabaja al servicio de la misma área la División, y es personal muy cualificado. Su batallón ocupa el ala derecha del edificio principal del patio de armas, mientras a la izquierda se ubica el Cuartel General, pero también ocupan muchas otras dependencias por el almacenaje del material y los vehículos, para los que construyeron un Segundo Escalón, una gasolinera, lavaderos... y solo faltan los tinglados.

Policía Militar, unidad del Batallón del Cuartel General.
Policía Militar, unidad del Batallón del Cuartel General.
Pablo Segura

“Por las peculiaridades del batallón tenemos siempre dos o tres ejercicios al año muy demandantes, igual 20 días de despliegue en el campo. Este año nos ha tocado en San Gregorio dos veces, porque antes de que vaya el general con su Estado Mayor a trabajar hemos tenido que ir nosotros a desplegar. Y, cuando ellos se van, nosotros nos quedamos a recoger”, detalla. Además, aprovechando que muchos proceden de unidades de montaña, realizan marchas o actividades. También realizan ejercicios propios. “Tomé el mando del Batallón en Madrid con personal con experiencia, que casi todos se fueron, ahí la unidad se redujo y ha ido subiendo. Hemos tenido que recuperar el nivel de instrucción y renovar con gente nueva, la diáspora de los que estaban fuera de Huesca”, señala. “Nos solo ha sido un traslado, ha sido una refundación”, indica.

El Regimiento de Transmisiones nº 1

Por otra parte, el Regimiento de Transmisiones nº 1 está encuadrado en la División Castillejos, la responsable de constituir todas las organizaciones operativas que se soliciten al Ejército de Tierra para cualquier tipo de misión, define el coronel Vizcaíno, al mando del mismo. “El Regimiento, entre otras misiones, lo que hace es aportar, desplegar los sistemas de telecomunicaciones y de información necesarios para que el general y sus puestos de mando puedan desplegar en ejercicios y operaciones”, describe. “¿Qué supone esto? Que la unidad tiene un alto componente técnico en esta sociedad de la información, que tenemos que compaginar con un alto componente operativo. Nos entrenamos como técnicos y como soldados para hacer frente a los compromisos desde la División”, afirma.

“Esta unidad tiene 25 años de historia que iniciamos en Burgos y que ahora continuamos en Huesca”, apunta. El batallón se trasladó en 2020 de Madrid a Huesca y en 2021 la sede regimental, con Vizcaíno al mando, se ha trasladado a Huesca. Es una unidad que tiene ahora personal desplegado en Mali, implicado en la unidad de la UE, en unidades de la Otan... en todos los compromisos operativos de la División.

“Es una unidad con historia, que nos caracterizamos por ser técnicos y operativos y por tener una disposición muy modular. Estamos acostumbrados a trabajar en sitios donde no hay infraestructuras, en condiciones extremas,” comenta. Por ello, disponen de material para desplegar redes en cualquier sitio.

Además, “tenemos una formación continua y bastante especializada. Es un reto, porque una unidad como la nuestra está continuamente respondiendo a compromisos”, indica. “Nuestra actividad es muy variada y tenemos que compaginarla toda, porque también damos cursos al resto del Ejército”, indica Vizcaíno. En este momento son 280 militares y el futuro es que lleguen a ser algo más de 400. Es la unidad más grande de las que se ubican en el Sancho Ramírez.

La Unidad de Servicios Sancho Ramírez

“Nosotros no hemos parado por la pandemia”, comenta el teniente coronel y jefe de la USAC Sancho Ramírez, Javier Moreno. Ahora, están acondicionando unas oficinas, un botiquín, acabarán los tinglados para los vehículos en septiembre... Además, también tienen previsto hacer otras mejores en los campos de tiro, vallados, en la zona deportiva... pero todo dependerá de los presupuestos. Pero es esta unidad la que se ha encargado desde el 2018 de todas las obras que han permitido el traslado del Cuartel General de División. Desde entonces, asegura que “se han invertido más de 15 millones de euros”.

El teniente coronel de la USAC explica que su unidad se encarga de que todo (alimentación, alojamiento, infraestructuras...) esté a punto para que las unidades de la fuerza no tengan que preocuparse. Para esa intendencia, cuentan también siempre que pueden con las empresas locales que les suministran o prestan servicios.

Para ello, cuenta con una plantilla de 50 militares, muchos de ellos veteranos y la mayoría vecinos de Huesca que han aprovechado la reapertura para volver. “Es una ciudad amable y buena para vivir. Estoy convencido de que cuando la gente vaya conociendo sus posibilidades ( AVE, cercanía a Zaragoza...), verán que es una ciudad para quedarse, hacer una familia y echar toda tu carrera militar”..