Huesca

SAN LORENZO

La emoción de salir en la ofrenda vestida con un traje tradicional

A Faldriquera está recibiendo a personas que se vestirán por primera vez este año

A Faldriquera, espacio de indumentaria tradicional aragonesa.
A Faldriquera, espacio de indumentaria tradicional aragonesa.
P.S.

“Vuelve la vida y vuelve la fiesta”. Mª Ángel Buesa, propietaria de A Faldriquera, junto a la persona que le acompaña en la tienda y varias modistas con las que trabajan, se encuentran inmersas en la confección de los trajes tradicionales. Porque a poco más de un mes del inicio de San Lorenzo, ya “se nota mucho movimiento y que la gente tiene muchas ganas”.

Hay quien “ya se vestía” y está con ganas “de volver a hacer lo que hacía antes”, pero también hay gente nueva, que se ha decidido a verstirse este año “en agradecimiento de haber llegado a este punto” o rendir un homenaje a algún familiar.

Buesa transmite entusiasmo, por “volver a cogerle el pulso al trabajo”, pero sobre todo por esa relación que se establece con la gente, por volver “a poder compartir una experiencia como es la de salir vestidas en la procesión del día 10 y en la ofrenda del día 15”.

En el momento de la prueba, se mezcla el sentimiento laurentino con la ilusión de verse vestida, junto a una hermana o varias primas. “Es parte de nuestra cultura y las emociones, las agarramos a nuestra tierra, la gente lo está viviendo así”, explica Buesa.

Hay gente que lo tiene muy claro y otra que se dejan aconsejar; hay quien le gusta los trajes de nuestros valles pirenáicos, Hecho, Ansó, Chistau, y quienes se decantan por faldas de mudar, con mantón.

Esto para el día 10, mientras que el 15 “es una explosión de color, de texturas, de tejidos, un escaparate de la riqueza que tenemos en el Alto Aragón, de gente luciendo “con orgullo las prendas de nuestros antepasados, prendas antiguas”. Y siempre “intentando estar lo más cerca de la tradición, de cómo se vistió en aquella época,

Hoy, en A Faldriquera trabajan con el objetivo de llegar a tiempo, “que siempre se llega, porque es cuestión de voluntad”, señala. En cada tela, cada punta, se teje una historia, una por traje, que Mª Ángel Buesa conoce bien.