Huesca

mercado inmobiliario 

La odisea de buscar piso de alquiler se alarga en torno a un mes para los estudiantes

La escasa oferta de viviendas en Huesca dispara los precios y las rentas se sitúan, de forma general, entre los 600 y los 750 euros mensuales

Las familias buscan para sus hijos pisos con calefacción central para controlar el gasto.
Las familias buscan para sus hijos pisos con calefacción central para controlar el gasto.
Pablo Segura

La escasa oferta de vivienda de alquiler en la ciudad de Huesca dispara los precios y hace que la búsqueda de un piso de estudiantes se convierta en una auténtica odisea que puede prolongarse durante más de un mes.

Recién finalizado el curso académico, la primera quincena de julio es la época ideal para que los universitarios recurran a inmobiliarias, ofertas de internet o a tablones de anuncios de facultades, copisterías o cafeterías para iniciar la aventura de dar con un piso de estudiantes en condiciones.

Para muchos, encontrar la mejor relación calidad precio sin dejar el bolsillo temblando es todo un reto en un contexto en el que la inflación alcanza una subida del 10 % interanual que se deja notar en los alquileres y en otros gastos de la vivienda.

Themis López, gerente de Fincas Osca, explica que los alquileres han subido y que por un piso de tres habitaciones se pueden pedir, según la zona, entre 600 ó 750 euros. Apunta que como junio es el último mes en el que tienen los pisos alquilados los estudiantes, los primeros días de julio son los que más oferta hay.

“Al finalizar el curso, los jóvenes entregan las llaves, y este es el mejor momento para buscar”, recalca. Comenta que los universitarios quieren que la vivienda esté cerca de la facultad en la que van a estudiar. “Si son varios esto no lo tienen fácil, porque cada uno realiza sus grados en un sitio diferente, pero sí que suelen buscar comodidad”, señala. Generalmente, buscan pisos de tres o cuatro habitaciones con calefacción central, “para que luego en invierno el gasto esté mucho más controlado y durante todo el año abonen la misma cuota”.

Tal y como está el mercado inmobiliario en la capital oscense, algunos se resisten a dejar sus pisos libres durante el verano “y prácticamente no hay movimiento”, comenta Juan Abadía, de Tecnocasa.

Por ello, “ahora mismo esta búsqueda, tanto para estudiantes como para clientes en general, suele ser complicada. Lo poco que sale se alquila rapidísimo”, dice. A no ser que haya “un golpe de suerte”, esta misión casi imposible se suele alargar durante semanas, si bien la “avalancha fuerte” de la demanda de este tipo de viviendas llega en septiembre, justo antes de que empiece el curso.

Por su parte, Jorge Garcés, de Fincas Montearagón, indica que “la situación está complicada, en general. En Huesca llevamos ya unos años en los que la demanda supera mucho más a la oferta. Se queda libre algún piso de estudiantes, pero apenas se nota en el mercado. Lo que hacen muchos es que lo reservan en verano pagando la mitad de la renta”.

Otro problema añadido es que no todos los propietarios quieren alquilar a estudiantes para no arriesgares a sufrir posibles daños, lo que acota más aún el volumen de la oferta disponible. Los que sí lo hacen, acabado el curso, aprovechan el mes de julio para poner las viviendas a punto para sus nuevos inquilinos, explica Rubén Blasco, de RBlasco Asesores Inmobiliarios. Desde su experiencia en el sector, señala que “en Huesca, de base, ya hay un problema de alquiler importante, hay muy poca oferta y cuesta encontrar. Particularmente, los pisos que se suelen destinar para estudiantes registran más demanda de julio a septiembre”.

Respecto al precio del alquiler, comenta que depende de si se alquila la vivienda por habitaciones, cada una viene a costar unos 250 euros, o si es el piso completo. También hay que tener en cuenta que lo que marca todo, es el estado de la vivienda y de su equipamiento.

“Puede contar con muebles modernos o con otros antiguos que ni llevan mucho mantenimiento ni nada”, apunta. Su inmobiliaria dispone de pisos de tres habitaciones por un precio de 550 ó 600 euros, y también de otros con una renta de 750, “porque están recién reformados”. Y en cuanto a la zona favorita de los estudiantes que residen en la capital altoaragonesa, explica que se suelen decantar por las viviendas ubicadas en el centro “porque a estos jóvenes no les importan tanto el tema de los ruidos nocturnos, no solo no les preocupa sino que hasta las prefieren”.