Las trufas laurentinas son acompañantes de los demás dulces típicos de las fiestas

En San Lorenzo las sobremesas se alargan. Son momentos de fiesta y alegría, donde el reloj queda aparcado y el tiempo pasa más lento. Cuando llega el postre, la trenza de Almudévar, el melocotón con vino o el Pan de San Lorenzo ocupan el protagonismo de todas las mesas oscenses.

Desde hace 7 años, desde la Pastelería Tolosana han impulsado para ese momento tan especial de la fiesta, uno de sus dulces: La trufa laurentina. Un postre que, de acuerdo con el propietario, Jesús Tolosana, “el cliente cada año tenemos más demanda”.

Este producto está pensando como acompañamiento y no como sustitutivo. “Buscamos un producto que llevara algo diferencial, que se adaptará y que fuera refrescante”, señala Tolosana. La trufa laurentina lleva una trufa blanca ligera, con el principal componente que es el bombón y una gelatina que le aporta frescura. Está pensado para el verano y para San Lorenzo, por eso, los momentos en el que el producto se empiezan a comercializar es desde finales julio hasta finales de agosto. “Al principio solo realizaba hasta el final de las fiestas, pero, con el aumento de la demanda, se ha convertido en un componente de regalo”, argumenta Tolosana.

Estos años de pandemia, las ventas han caído en picado. “2020 y 2021 fueron fatales, no había comidas familiares, no había fiestas y nuestro producto está ligado a esos momentos. Es para compartir”, declara Tolosana. Este año la visión es totalmente distinta: “La gente está muy ilusionada. Nos están pidiendo desde hace meses la fecha de ventas. Estamos continuamente recogiendo pedidos para San Lorenzo y tenemos muchas ganas de celebrar unas fiestas de manera normal”.