Huesca

‘Recuerdos del ayer’ para el regreso de Santa Cecilia al parque

La Agrupación ofreció un espectáculo con el que buscó la complicidad del público

El grupo de canto interpretó en “la cocina” Vamos a almorzar.
El grupo de canto interpretó en “la cocina” Vamos a almorzar.
Pablo Segura

Recuerdos del ayer. Eso fue lo que compartió este jueves por la noche la Agrupación Folklórica Santa Cecilia con los oscenses que acudieron al Parque Miguel Servet a disfrutar de su espectáculo laurentino.

Lo que hicieron los cecilios con su festival fue volver la mirada atrás y transportar al público “al día a día de nuestros antepasados, desde el canto del gallo a la puesta de sol. Los sonidos en las cocinas, la chiquillería, las faenas con los animales y las agrícolas, los raticos de ir a lavar y cómo no la fiesta... todo ello con el broche final laurentino. Nuestra intención es que disfrutéis tanto como nosotros de este ratico folklórico. Un abrazo y ¡Viva San Lorenzo!”.

Ese pequeño texto, dirigido al querido espectador, era el que se incluía en las ocho postales que repartieron a los asistentes y en las que evocaba la vida de antaño en los pueblos. Un lujo gráfico que predispuso a los presentes, según la edad, a revivir o descubrir sobre el escenario los Recuerdos del ayer.

Jara Expósito fue la encargada de conducir estos recuerdos, que comenzaron con el cantar del gallo y la luz de los candiles que portaron algunos componentes dirigiéndose al escenario entre el público con ellos encendidos, y con los que bailaron el Dance de Bujaruelo, en el que, con indumentaria típica del valle de Gistaín, representaron el amanecer, un momento del día que también se identificó con estilos solistas y dúos.

Luego entraron en la cocina de las casas altoaragonesas, una estancia en la que la percusión y el canto de grupo Vamos a almorzar fueron protagonistas. A continuación, los niños acapararon la atención. Llegaron al escenario los más pequeños de la Escuela de Santa Cecilia, con el alegre canto en aragonés A chugar, que mezclaron con divertidos juegos, y bailaron Antillón, una de las primeras que aprenden.

Tras ellos se retomaron esas tareas diarias relacionadas con los animales, a las que se recordó con Pastores. Jotas de estilo, estribillos aragoneses como La burra, y un canto tradicional de panderetas dieron paso a esos momentos en que las mujeres se juntaban a lavar, y que se representó con un baile, Alindango, además de los estilos Todos los días lo lavo y Siempre te encuentro lavando, y el canto grupal El cántaro.

En esta tarde noche de recuerdos llevaron a los oscenses hasta los campos para rememorar las tareas agrícolas y las jotas que las acompañaban. L’arbesa, a tres voces, fue el preludio para La trilla, que comenzó con una jota cantada a capella, y que se completó con otras de estilo, y el chascarrillo aragonés Cara sol, interpretado por varias mujeres y que hizo reír a un público que se prodigó en aplausos durante toda la actuación.

Los sonidos de las gaitas le llevaron en volandas hasta los días de fiesta para ver el Polinario de Fabara, y acto seguido, tras los sonidos de las campanas que marcaban la salida de misa, ofrecieron la brava Jota de Zaragoza. Un estilo y el divertido canto de bodega Cuando vino yo quiero tomar, fueron el broche de una fiesta en la que no faltó el toque laurentino cantando Los mandamientos de Aso de Sobremonte con letras alusivas a las fiestas de San Lorenzo. La rúbrica de la Agrupación Santa Cecilia a esta postal de Recuerdos del ayer fue la Jota de San Lorenzo.

Tras dos años sin actuar en el paseo central del Parque durante las fiestas laurentinas, la Agrupación Folklórica Santa Cecilia subió al escenario con las mismas ganas de siempre y con tanta complicidad que hizo participe al público de una noche de recuerdos.