Huesca

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Huesca-Pirineos, el eterno colista de la Liga Aena

Solo 3 pasajeros pisaron el aeropuerto en julio, un 70% menos que en 2021 y el número de operaciones sigue bajando 

La cristalera deja ver una pista vacía en la que hace tiempo dejaron de aterrizar las compañías.
La cristalera deja ver una pista vacía en la que hace tiempo dejaron de aterrizar las compañías.
Pablo Segura

Entre el polvo y el cereal, con la única compañía del silencio y un sol que abrasa el asfalto, una larga pista de aterrizaje anhela la llegada de algún avión. A pesar de que el exsenador Rodolfo Aínsa soñara con una afluencia de 160.000 pasajeros en una ciudad de 50.000 habitantes, el aeropuerto Huesca-Pirineos, con 3 viajeros en julio, sigue compitiendo para mantener su liderazgo -que pocos valientes se han atrevido a superar- al final de la tabla. En marzo, no hubo ningún viajero.

Solo 292 personas han pisado el aeropuerto en lo que va de año. Un 70 % menos que en 2021 y casi un 51 % menos que en 2019. Sólo comparten esta hazaña los de Burgos y Albacete, que, como el de Huesca, llevan la contraria a la tendencia nacional que ha incrementado en un 212 % el número de viajeros en 2022.

Nadie espera con nervios la llegada de un familiar ni el momento de partir hacia unas vacaciones.
Nadie espera con nervios la llegada de un familiar ni el momento de partir hacia unas vacaciones.
Pablo Segura

En el parking no hay coches ni niños ilusionados por su primer vuelo. Solo las capitanas ruedan por los pasos de cebra en esta pequeña ciudad fantasma con sabor a película de western. Su sherif -o guardia de seguridad- espera a las puertas de este recinto sin alma, donde los carritos para portar el equipaje no conocen el peso de las maletas y los asientos no han soportado las largas horas de espera.

Y es que, la temporada estival, la cercanía de un Pirineo nevado o el fin de las restricciones son irrelevantes para un aeropuerto sin aviones ni destinos. Sí que incumbe la posición de la Sociedad Deportiva Huesca en la tabla. El paso de segunda a primera de su principal cliente abre al aeropuerto una pequeña oportunidad para escalar al penúltimo puesto de su Liga Aena.

Un aeropuerto desértico en cuyo parking solo ocupan la plaza los coches de los trabajadores.
Un aeropuerto desértico en cuyo parking solo ocupan la plaza los coches de los trabajadores.
Pablo Segura

Con aquellos ascensos incrementaron las cifras: de los 267 pasajeros de 2017, se escaló a 1.473 en 2018. Y con el descenso, todo lo contrario: de los 1.229 de 2021 a los provisionales 292 en lo que va de año.

Y desde que cerró la escuela de pilotos de Airways Aviation en 2020, las operaciones realizadas en el aeropuerto también agonizan. Las 9.198 de 2019 son un espejismo que confería a Huesca-Pirineos un puesto más holgado en la clasificación. A su sombra, las 860 acumuladas en lo que va de 2022 (116 en julio, un 26 % menos que el año anterior y un 86 % menos que en 2019) y que solo están por encima de las de Albacete, el último en el ranking nacional.

El cielo de Huesca no es el único que anhela los aviones de los jóvenes pilotos. “Con la escuela sí que hacíamos muchos viajes al aeropuerto”, indicó Roberto Cantero, presidente de Radio Taxi Huesca. “Es una cosa muy rara que te venga un avión privado. Hemos perdido muchos ingresos”, concluyó.

Tampoco hay ningún autobús que acerque a los intrépidos pasajeros al aeropuerto del Salvaje Oeste. No hay línea -no hay aviones-. Y los que llegan y no son futbolistas no tendrán otra opción que llamar a un extrañado taxista que haga compañía a las capitanas y solitarios trabajadores del aeropuerto más vacío de España.