Huesca

Yincana

En Huesca no se cazan pokémon, se hace acopio de danzantes

Los participantes cuentan con una pista inicial, un mapa y una app móvil para localizar a los doce personajes

Cada placa relata una anécdota del lugar y continúa con la siguiente pista.
Cada placa relata una anécdota del lugar y continúa con la siguiente pista.
Elena Jordán

El descenso de temperaturas de los últimos días invita a volver a disfrutar de las calles de Huesca. Este último fin de semana de agosto, visitantes y oscenses pueden aprovechar el buen tiempo y pasear por la ciudad de una forma diferente: buscando a 12 danzantes escondidos.

El primer paso es dirigirse a la Oficina de Turismo, donde informan al visitante de la dinámica del juego y hacen entrega del kit especial de búsqueda: un plano de la ciudad, una pista y un folio.

La aplicación móvil “En Huesca los danzantes se han perdido” se erige como un aliado más para comenzar la aventura. A través de ella, el jugador podrá navegar fácilmente por el mapa y encontrar rápidamente la ubicación.

La primera parada comienza tras la pista inicial: “el primero de los danzantes ha sido visto en la fuente de una plaza no muy lejos de la antigua Plaza del Mercado. Cerca de donde se encuentra el danzante están enterrados varios reyes importantes de Aragón”. A partir de aquí, el jugador debe encontrar una placa con la imagen de un danzante y un código QR al que debe acceder para coleccionar al personaje en la aplicación. Tras “capturar” al danzante, la app mostrará la pista del siguiente destino.

La yincana requiere concentración, cultura popular y astucia. Al turista u oscense despistado, le sorprenderá conocer hitos históricos de la ciudad como la muerte de San Lorenzo, el origen de la moneda, o la Porteta, la última puerta que se conserva de lo que fue la antigua ciudad musulmana, Wasqa.

La ruta hasta encontrar a los 12 danzantes perdidos es un recorrido completo por la ciudad. Parte muy cerca de la Plaza Luis López Allué, y desde ahí el juego te lleva hasta la muralla-torreón del Amparo, pasando por otros puntos emblemáticos de Huesca, como la Plaza de la Catedral o la Iglesia de San Lorenzo.

La búsqueda de danzantes es un plan idóneo para turistas que quieran conocer la ciudad de una forma distinta, pero también para los oscenses que se atrevan a ser exploradores por un día. Para éstos últimos, la yincana es pan comido, pero pueden dar rienda suelta a su faceta más aventurera.

Encontrar las placas no es tarea fácil. Aunque se conozca la calle o plaza donde está ubicado el danzante, es indispensable localizarla. De este modo, el jugador transita la ciudad con otra mirada y por el camino, visita las calles y plazas menos cotidianas.

Jorge, Cecilia y su hijo Miguel, de 11 años apuntan con la cámara del móvil al código QR, en la Iglesia de San Lorenzo. Llegaron hace un día a Huesca, y su primera parada fue a la Oficina de Turismo. “Venimos de Pamplona a pasar unos días. Aprovecharemos para conocer la ciudad y visitar el pirineo” cuenta Jorge. “Hemos empezado esta tarde, pero lo más seguro es que sigamos mañana, por el calor. Está divertido, es una forma original de conocer Huesca, y más si tienes críos” añade Cecilia.

Por otro lado, esta iniciativa rinde homenaje a la tradición de Huesca desde el comienzo de la prueba. Así, Lorenzo, “danzante de las cintas de este mágico lugar” da la bienvenida al juego con la presentación de los bailadores del dance folclórico altoaragonés.

Finalmente, el jugador deberá regresar a la oficina de Turismo para recoger su premio. l