Huesca

HUELLA DE CARBONO

Grhusa cuida el medioambiente con su recogida residual selectiva

El objetivo es recoger separadamente el 50% del residuo urbano

El quinto contenedor, el marrón, se destina a los desechos de materia orgánica.
El quinto contenedor, el marrón, se destina a los desechos de materia orgánica.
Grhusa

En España cada vez más localidades apuestan por recoger los residuos de manera eficiente para luchar contra la contaminación, evitando la emisión a la atmósfera de toneladas de gases de efecto invernadero. La importancia de esta labor la conocen bien en la empresa Gestión de Residuos Huesca (Grhusa), una sociedad anónima de capital público creada para gestionar los residuos urbanos generados en el ámbito territorial de las comarcas del Alto Gállego, Hoya de Huesca y Jacetania. Como afirma su gerente, Teresa Viu, actualmente la principal intención de la sociedad es recoger de manera selectiva el 50% de los residuos generados, y en el 2025 el 55%, según los objetivos marcados por la UE .

La labor de cuidar el medioambiente por parte de Grhusa se centra, entre otras tareas, en la recogida de los desperdicios urbanos que se generan en todas las localidades y núcleos de los territorios mencionados. De forma periódica, los equipos vacían los contenedores de productos reciclados en sus propios camiones recolectores–compactadores. Una vez llenos, dichos camiones transportan los desechos bien hasta el vertedero, bien hasta las estaciones de transferencia.

Camión de Grhusa entrando a una de las plantas de reciclaje de la empresa.
Camión de Grhusa entrando a una de las plantas de reciclaje de la empresa.
Grhusa

Lo ideal es que los residuos puedan ser reutilizados, sean del tipo que sean, para evitar así que acaben en el vertedero. Pese a la ingente labor de Grhusa, Viu explica que en la actualidad están llevando al vertedero en su territorio, que cubre alrededor de 100.000 habitantes, «unas 45.000 toneladas de residuos al año». El dato no deja de resultar preocupante, pues el vertedero es sin duda la solución ambiental más dañina. Aún nos queda, por tanto, una gran labor como sociedad.

El cometido de recogida, transporte y depósito de los residuos generados lleva consigo a su vez toda una serie de trabajos de mantenimiento igualmente necesarios por parte de Grhusa. Así, el lavado de contenedores, de depósitos y de camiones, o todas las reparaciones, sustituciones, reparto o retirada de containers resultan imprescindibles para adecuar el servicio a las necesidades de la población altoaragonesa.

Como algunos de los residuos generados no se pueden echar a un contenedor –es el caso por ejemplo de los muebles viejos, los colchones, o la gran diversidad de electrodomésticos que existen en todos los hogares–, Grhusa también realiza de forma separada la recogida de todos esos enseres y residuos voluminosos. No es una cuestión menor. Cada vez es más frecuente aprovechar en todo lo posible los materiales de los electrodomésticos desechados en lo que ya se conoce como ‘minería urbana’ para volver a ser usados en otros y evitar así por un lado que acaben en el vertedero y por otro obtener materias primas que a veces no son ya fáciles de encontrar en la propia naturaleza. También los residuos textiles resultan un verdadero problema medioambiental, por lo que se hace necesario un mayor aprovechamiento.

Para poder lograr el objetivo marcado de recoger selectivamente la mitad de los residuos generados, Grhusa participa en diversos proyectos relacionados con la sostenibilidad, como la implantación del contenedor marrón de materia orgánica, que se quiere instalar en todo el territorio, o como aumentar la capacidad de la planta de compostaje que se encuentra en Huesca capital, y que en la actualidad absorbe 1.500 toneladas, queriendo llegar en un futuro hasta las 6.200. También en la instalación de compostadoras domésticas y comunitarias. Para poner en práctica todos estos proyectos se han recibido partidas económicas procedentes de fondos europeos de alrededor de 3.150.000 euros.

Y es que los recursos con los que cuenta Grhusa para llevar a cabo su labor son importantes. En lo referente a contenedores, ofrece 425 para el reciclaje de materia orgánica, 1.355 para el de papel, 1.408 para el de los envases, 785 para el de vidrio y 2.811 para el resto. Igualmente tiene tres puntos limpios, dos estaciones de transferencia, una planta de envases, una planta de compostaje, un vertedero, 44 cajas para transportar residuos y seis autocompactadores. En lo que hace referencia a los vehículos y maquinaria, posee 38 camiones recolectores, cuatro camiones lava contenedores, nueve camiones y remolques para transporte de residuos, 11 barredoras, 10 equipos de baldeo, tres máquinas en la planta de envases, cuatro máquinas en la planta de compostaje, cinco máquinas en el vertedero y diez vehículos más de inspección y uso general.

La concienciación social

Pero pese a este notable dispositivo, Teresa Viu recalca que la sociedad «no está todavía muy concienciada de la necesidad de proceder a una buena gestión de los residuos», ya que, a su juicio, la respuesta de la ciudadanía no es tan buena como debería ser. No obstante, señala que dicha concienciación va abriéndose paso cada vez más, pero a un ritmo muy lento, y que en los pueblos están generalmente más implicados con el cuidado medioambiental que en las ciudades, gracias a las personas mayores, más arraigadas a la tierra. Asimismo, apunta que en las ciudades son los niños los verdaderos motores dentro de las familias para llevar a cabo el reciclaje.

Por eso es importante realizar campañas de educación en los colegios. En una mayor sensibilización ciudadana del problema, en una mejor educación ambiental a nuestros niños y jóvenes, y en la valiosa labor llevada a cabo por empresas y sociedades como Grhusa, pueden encontrase las claves para cambiar este modelo tan dañino, para el planeta y para nosotros mismos. Lo primero es consumir de una forma racional y responsable, intentando no generar residuos. Solo si estos resultan inevitables será necesario dar el segundo paso, y proceder a su reciclaje selectivo.