Huesca

CREATIVIDAD

Ainhoa Herranz: "Yo nunca he sabido dibujar, la plástica se me daba fatal"

La joven maquilladora oscense se ha convertido en poco menos de un año, y de manera autodidacta, en una gran experta en body paint

Ainhoa caracterizada de Maléfica.
Ainhoa caracterizada de Maléfica.
S.E.

El estar aburrida y encerrada en casa tras una operación de rodilla llevó a Ainhoa Herranz, maquilladora de profesión, a empezar a hacer vídeos y publicarlos en redes sociales en los que inicialmente mostraba “los maquillajes sociales y de fantasía que me hacía”, y un buen día decidió dar un paso más y probar con el body paint (pintura en el cuerpo) y la primera que se quedó asombrada por el resultado fue ella. “Me puse delante del espejo y me hice unos dibujos en el torso y en la cara con una lápiz, empecé a pintar y me fui dejando llevar, el resultado no me lo podía creer porque yo nunca he sabido dibujar y la plástica se me daba fatal”.

Ha pasado menos de un año desde que Ainhoa se hizo esa primera pintura “de la selva” y sus presentaciones, que incluyen un pequeño vídeo del avance de la caracterización, cada día cuentan con más seguidores. Y todavía, tanto ella como su entorno, siguen sorprendidos de que haya desarrollado esta habilidad tan de repente y de forma autodidacta. Ya ha recibido numerosas felicitaciones de otros profesionales que le dicen que “lo que yo hago ellos han tardado varios años en conseguir creaciones como las mías y me animan a seguir”, afirma.

La joven con un maquillaje muy elaborado.
La joven con un maquillaje muy elaborado.
S.E.

La joven oscense, que en la actualidad tiene 21 años, terminó el instituto y pasó al bachillerato de artes donde estuvo un solo curso y después, “me matriculé en una escuela privada de estética donde hice un grado de dos años”, y añade, “di un poco de maquillaje y me empezó a llamar la atención, así que me matriculé en la escuela de Elisa García donde pasé un año”.

En esa formación, detalla, “aprendí maquillaje social, de piel madura, de novia, caracterizaciones de fantasía y body art” y agrega, “un día me animó la profesora a que probara con el body paint y se me dio fatal y pensé que era imposible que yo pudiera hacerlo bien”. Algo que remarca, no le extraño porque “en el colegio la plástica se me daba fatal, nunca he sabido dibujar”.

Ainhoa, durante su convalecencia veía algún vídeo sobre body paint, “pero sobre todo fotos que estudiaba y solo por probar un día me puse delante del espejo y se me dio súper bien, y hasta ahora”.

Aunque en los vídeos que publica en redes todo se ve muy sencillo y parece rápido cada caracterización, explica, le lleva bastantes horas de trabajo. “Son 7 u 8 horas lo que me cuesta maquillarme, pero primero busco la película que soy muy de Disney -dice- y después preparo los complementos que necesito, ya sean pelucas u otros accesorios, la música...”. Resume: “Dibujo, grabo e interpreto”.

Y habla del proceso creativo, “en un dibujo cualquiera como puede ser el de Dumbo lo primero que hago es marcar los trazos a lápiz y empiezo a pintar el fondo, después hago los personajes a los que hay que darles luminosidad, profundidad... y cuando se trata de humanos como Jack Sparrow es un poco más laborioso porque a las caras -facciones- hay que ponerles sombras, ojos, pelo...”.

Además, en este tiempo ha desarrollado una segunda habilidad, “empecé pintando con una mano con el añadido de que todo lo hago frente al espejo lo cual complica un poco más, y ahora ya soy ambidiestra”.

Las pinturas que utiliza en el cuerpo “son agua color por lo que se van muy bien”, si bien la inversión en material es constante. “Todo lo que gano haciendo maquillajes, pintura en tripas de embarazadas que se ha puesto de moda o pintacaras para niños, lo invierto en body paint”, un gasto que no duda en dar por bueno porque, reconoce, “todo el tema del maquillaje me hace muy feliz”.

De todos sus trabajos, indica que la pintura de la que más satisfecha se siente es “la de piratas del Caribe por el parecido con la película” y en cuanto a repercusión “la de Ratatouille fue un boom y tuvo 800.000 reproducciones” y sus seguidores van aumentando poquito a poco, “ahora tengo unos 1.000 en Instagram y 2.000 en TikTok”.

Por el momento, es la única en la provincia que se dedica al body paint, y aunque todavía no puede vivir de ello en el futuro le gustaría “dedicarme a tiempo completo a hacer esto, una profesión que psicológicamente tanto tanto me ha ayudado”.