Huesca

PATRIMONIO

Las obras en la Ermita de Salas siguen en marcha sin fecha de fin prevista

Están trabajando con muchos imprevistos y pocos recursos, que son muy necesarios

Obras en la Ermita de Nuestra Señora de Salas.
Obras en la Ermita de Nuestra Señora de Salas.
Pablo Segura

Los trabajos en la Ermita de Nuestra Señora de Salas no han llegado a su fin. Y además, tampoco se prevé cuándo podría llegar ese momento.

Joaquín Naval, arquitecto de la Diócesis de Huesca, explica que “todavía se está en ello, se avanza en las obras, pero al final siempre hay imprevistos, los trabajos a veces se ralentizan por diferentes motivos”. La intervención está en camino y Joaquín Naval cree que en breve se terminará, aunque prefiere no arriesgarse poniendo una fecha y relata que en estos momentos están con trabajos de canterías.

Entre las razones que han ralentizado la obra que tenía de fecha de finalización el 4 de septiembre, día de la romería, están los desperfectos y deterioros de la ermita. “En primer lugar hubo que intervenir en la cubierta, en la parte superior de la sacristía ya que había filtraciones”, explica. Este problema se solucionó, pero al tener los medios auxiliares montados, es decir, grúas y andamios, se aprovechó para “intervenir en otras zonas” y esto ralentizó “otros trabajos previstos”, declara.

El tiempo ha sido un gran inconveniente en el proyecto, “nunca acompañaba, todos los trabajos son exteriores y a principios de año, cuando comenzamos, hizo frío, y en verano, grandes olas de calor”, explica.

Las palomas son un quebradero de cabeza en Salas. “Lo que también faltaría, aún con nuestros escasos recursos, sería poner algún sistema de protección para prevenir las palomas que han anidado en los huecos abiertos”. Según relata, la cantidad de aves “es increíble, requeriría incluso algo de control”, apunta, y no duda en calificar la situación como una “invasión”. El problema ha derivado en una gran acumulación de excrementos en las cámaras de bóveda, un espacio donde han criado y en el que hay una “cantidad desorbitada”.

“Se lleva actuando desde hace años, con recursos muy limitados, pero hay que seguir haciendo trabajos de mantenimiento, es un edificio tan importante”.

La Ermita de Nuestra Señora de Salas está catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC) y exige un mantenimiento. “Es una pieza clave del patrimonio de Huesca”, aclara, y añade que el mantenimiento en un edificio es “primordial”. Otro de los motivos, puede incluso ser el más importante y que impide avanzar al ritmo deseado, es el presupuesto que “no llega ni a 30.000 euros. Hay que aprovechar y hacer lo prioritario con los escasos recursos que disponemos”, aclara Joaquín Naval.

Por ello, anima a otras entidades a colaborar. “En estos momentos, la financiación es a través del Obispado de Huesca y por medio de algún recurso que tiene la Cofradía, pero nadie más, y el esfuerzo es tremendo”, insiste. No obstante, concluye con un mensaje optimista: “Vamos a esperar que vengan tiempos mejores, colaboraciones con mayor calado para poder dignamente ir manteniendo el Santuario de Nuestra Señora de Salas”.