Huesca

crisis energética

Las comunidades vecinales ante facturas de gas inasumibles

La mayoría aún piensa en encender la calefacción, pero con restricciones en el consumo

Una nueva tarifa para las comunidades de propietarios se ha anunciado este jueves por el Gobierno central.
Una nueva tarifa para las comunidades de propietarios se ha anunciado este jueves por el Gobierno central.
Rafael Gobantes

El invierno “se presenta duro”, afirma contundente Sara Loncán, administradora de fincas en Fincaldía, “más incluso que el pasado”. Los importantes incrementos en el precio del gas que se experimentan desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, sumado a la volatilidad que sufre el mercado en función del día, ha puesto a las comunidades vecinales -en concreto a las que tienen la calefacción central- en la tesitura de aplicar recortes en el consumo; “disminuyendo la graduación de la calefacción, así como los horarios de la misma, y retrasando el encendido de la caldera” hasta que el frío apriete de verdad, según reza alguna de las cartas recibidas por las y los propietarios.

Por el momento, los encendidos de las calefacciones se han condicionado al valor del gas y las restricciones en el consumo se presentan como el paso para poder seguir encendiendo la calefacción y evitar aumentos hasta cantidades desorbitadas en las facturas vecinales de gas.

La limitación en los grados y en los horarios y los contadores individuales hacen, según Marta García, administradora de fincas en Gestcasa, que se reduzcan “mucho” las facturas, “considerablemente”, sin atreverse a dar una cifra concreta. Pero el pagar menos siempre será el resultado de aplicar todas las medidas de contención en el consumo posibles.

“Incluso hay medios más económicos para poderse calentar”, señala Nacho Martín, de Control Hogar, “que ya es una pena, porque para eso están las calefacciones centrales”; entre ellas, apunta, bombas de calor, estufas catalíticas, porque incluso el precio de la electricidad, que está carísimo, bien gestionado sale mejor que el gas”.

Otras, indica Loncán, conllevan la instalación de placas fotovoltaicas que reduce la factura de luz, que se emplea para la caldera y el agua caliente, pero no afecta al gas.

Consumos imposibles de pagar ni de prever

La clave está en el precio del gas, que en las primeras subidas se triplicó, “pasando de 3 a 9 céntimos el Kwh -más impuestos-, subiendo luego a 13; a 14, y ha llegado hasta los 20 y los 22 céntimos”, explica García, que toma como referencia los precios de las facturas.

Al precio que las comunidades pagan aún hoy el gas -pues entre las medidas propuestas este jueves por el Gobierno central se ha anunciado una nueva tarifa regulada a la que se podrán acoger los hogares con caldera comunitaria- sus facturas resultan difíciles de asumir, coinciden las fuentes consultadas.

Dar cifras exactas puede distorsionar la fotografía general “porque no hay dos comunidades iguales. La eficiencia de la propia envolvente del edificio ya es importante; también, si está muy bien aislado, si el propietario ha cambiado las ventanas, si (el calor) no se le va por la puerta o si sus radiadores son modernos”; todo influye, señala Martín, que gestiona comunidades de más de cien propietarios. Pero pese a que el dato aislado no es valorable, “una comunidad grande, que estaba en un consumo global de entorno a 37.000 - 40.000 euros, este año en su presupuesto con estos cálculos se ponen en 120.000”, algo que “no es asumible”.

Desde Control Hogar se recuerda que en su momento, hubo fincas que lograron pactar un precio fijo debido a las ofertas que lanzaron algunas comercializadoras, pero “fue una propuesta express, a la que algunas comunidades se pudieron sumar, pero otras no”, señala; para los que sí se lanzaron “hoy es una buena noticia”.

Una revisión de los contratos que Loncán, de Fincaldía, si negoció para las comunidades que gestiona, a las que les consiguió los “9 céntimos el Kwh, que nada tienen que ver con el precio de mercado”, remarca.

Unos precios fijos “que ahora las compañías” ya ofertan “en 19 y hasta en 32 céntimos Kwh, lo que es una locura”, apunta desde Control Hogar, con lo que para consumos superiores a 50.000 Kwh la otra, y única, opción es ir al mercado indexado, que sufre oscilaciones diarias tan acusadas, que hacen imposible a quienes se encargan de administrar la finca cerrar un presupuesto. “La media ponderada de muchas comunidades de este invierno que ha sido terrible ha estado en 13 céntimos el Kwh y hemos tenido que hacer repercusiones con el coste real”.

Unas refacturaciones “que no son del gusto de nadie”, señala Martín, y que también tuvo que girar García el invierno pasado. Esta augura que “aunque se intente regular precios habrá que incremento de cuotas, derramas, igual no tan elevadas”. Por el momento, continúa, no se ha encontrado con ninguna comunidad que no lo haya podido pagar, pero en ese caso “habrá que recurrir a préstamos” porque no lo puedes dejar de pagar.