Huesca

VIOLENCIA MACHISTA

Aumentan los delitos denunciados contra la libertad sexual en Huesca

Según las instituciones, se debe a la mayor concienciación y visibilización de las violencias

Las campañas de información y concienciación institucional han llevado a más mujeres a dar el paso y denunciar.
Las campañas de información y concienciación institucional han llevado a más mujeres a dar el paso y denunciar.
Verónica Lacasa

Distintas estadísticas toman relevancia cuando se construyen los relatos de las consecuencias de las violencias machistas. Como los delitos denunciados contra la libertad e indemnidad sexual, según recoge el Ministerio de Interior.

En Huesca capital, el acumulado de enero a junio de este 2022 suma 13, un 160 % más que en el mismo periodo del año anterior (5); mientras que en la provincia, para el mismo momento del año se pasa de 33 en 2021 a 44 en 2022, un 33,3 % más. También han aumentado el número de agresiones sexuales con penetración notificadas: en la capital oscense, de 1 en 2021 a 4 en lo que llevamos de 2022, y en la provincia, de 4 a 8, para los mismo periodos de tiempo, lo que supone una variación al alza de 300 % y del 100 %, respectivamente.

También aumenta el número de casos activos dentro del Sistema Viogén, que centraliza y gestiona toda la información procedente de las denuncias realizadas por casos de violencia de género a través de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. De los 1.826 en Aragón, 364 corresponden a la provincia de Huesca.

Son 37 más que hace un año, según la Subdelegación de Gobierno, desde donde se añade que “actualmente no hay ninguna víctima en riesgo extremo, que solo una de ellas se encuentra en riesgo alto, disponiendo de un dispositivo cometa activo; 31 víctimas están en riesgo medio y el resto en riesgo bajo (134) y no apreciado (168). Es decir, más del 91% de las víctimas se encuentran en riesgo bajo o no apreciado”.

También, se observa un incremento en las llamadas a la línea 24 horas de atención a mujeres víctimas de violencia de género del Instituto Aragonés de la Mujer. Entre enero y septiembre, comparando 2021 con 2022, se pasa de 398 a 502, respetivamente. De ese total, durante el presente año, un 28 % se realizaron desde Huesca y un 72 % desde otros municipios de la provincia; 311 (62%) requirieron la movilización de algún recurso, como la asesoría jurídica o servicios de emergencia; solo un punto menos que durante 2021, que fueron 250 (un 63 % del total).

Visibilizar lo que no se ve

Quienes están, desde las instituciones, trabajando en la protección y acompañamiento a la mujeres víctimas de violencia, explican que “en este aumento de los casos confluyen” el que “a la salida del confinamiento le siguió un importante repunte, a nivel general en toda España, de casos de violencia de género” y que “las campañas de información y concienciación institucional han llevado a más mujeres a dar el paso y denunciar”, señala Carmen García Lanzas, jefa de la Unidad de violencia sobre la mujer de la Subdelegación.

La directora del Instituto Aragonés de la Mujer, María Goikoetxea, añade ese mayor grado de concienciación entre la sociedad favorece la existencia de “una red que le da a la víctima el soporte necesario para dar ese paso”, sin embargo matiza: “Los incrementos no se pueden achacar a un elemento concreto” y tampoco “todo el incremento de denuncias se puede achacar solo al aumento de recursos”.

"La visibilización de las violencias machistas, el hablar, por ejemplo, de violencia sexual, que ahora se habla y antes no”, de la que se ejerce en el matrimonio, el que tu pareja te forzara, “que todo esto se verbalice permite que las mujeres se reconozcan en formas de violencias que antes no tenían identificadas”, señala Goikoetxea.

Un fenómeno, el de las violencias machistas, dificil de analizar, coinciden las fuentes consultadas, en el que influyen muchos factores, y en el que los datos y las asesinadas “son solo la punta del iceberg”, señala Teresa Rey, directora de los del centro comarcal de Servicios Sociales de la Comarca de la Hoya de Huesca. Una parte visible que puede opacar esas violencias cuya huella no es un moratón, sino “una pérdida de autoestima brutal”, como con la violencia psicológica.

Los factores que pueden dificultar interponer una denuncia son múltiples, porque “no es lo mismo”, insiste Rey, “tener hijos pequeños que tenerlos grandes, o que no tenerlos; vivir en un pueblo muy chiquitito que vivir en un pueblo grande”, ser independiente económicamente que no serlo, “y el miedo, que paraliza muchísimo”. Una decisión “que tiene que ser reflexionada y acompañada por profesionales de los servicios sociales”, insiste.

España cerró 2021 con 47 asesinadas por violencia de género; en Aragón, 2. En lo que va de año, 34 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o ex parejas en España; en Aragón, se ha registrado 1. Los primeros datos oficiales de feminicidios fuera del ámbito de la pareja o expareja aumentaban la cifra de 2022 en 19 mujeres asesinadas. Aragón se situó como la tercera comunidad, con 2 feminicidios. A fecha de 3 de octubre y desde que se empezaron a contabilizar las víctimas de violencia de género, 1.164 mujeres han sido asesinadas. 

“Se avanza”, pero “hay que profundizar mucho más”

En la aproximación a la problemática de las violencias machistas, desde las diferentes administraciones se constata un avance pero también se reconoce que todavía queda mucho por hacer.

“Evidentemente ha habido una evolución”, que ha sido “a mejor”, señala Teresa Rey, directora del centro comarcal de Servicios Sociales de la Comarca de la Hoya de Huesca.

Entre los avances destaca el haber superado los “años en los que no ha habido ningún amparo legislativo ni social al tema de la violencia de género. Afortunadamente, tenemos una legislación muy avanzada. Los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, Guardia Civil, Policía Nacional, Policía Local, policías autonómicas, están contribuyendo a la atención a las mujeres víctimas de violencia. La justicia exactamente igual. Así como las y los trabajadores del ámbito sanitario social”.

Rey refiere al concepto ‘aprender’, para explicar también el avance en la comprensión del fenómeno: “Hemos aprendido a ver la violencia de género. No éramos capaces de diagnosticar, la no sabíamos preguntar, la mujer no se atrevía a contar”.

“Hemos aprendido a ver la violencia de género. No éramos capaces de diagnosticar, la no sabíamos preguntar, la mujer no se atrevía a contar”

Dado que la violencia “siempre ha estado ahí”, la directora de este centro comarcal de Servicios Sociales, hace hincapié en que hay que hacer “una labor fundamental de prevención, que empieza en las edades más tempranas”.

“Las campañas se quedan cortas”

Una prevención que va inevitablemente de la mano de la educación y del aprendizaje, “aprender a ser asertivo, a creer en una misma, porque no a todo el mundo se nos ha educado en valorarnos como persona”.

Pese “a los intentos”, Rey cree “hay que profundizar muchísimo más. Las campañas se quedan cortas. Hay que destinar más medios a las escuelas y a la sociedad”, porque “no se llega” a las y los jóvenes, que “están entrando en el tema de la violencia, también a través de las redes sociales”, añade.

Pese al avance legislativo, Rey echa en falta “trabajar el mundo emocional” y en enseñar a dar respuesta a algunos porqués: “¿Por qué siento rabia?, ¿por qué siento miedo?, ¿por qué siento alegría?”.