Huesca planea usar únicamente luces led para estas navidades

Las luces navideñas de este año serán exclusivamente led. Así lo expresó ayer el alcalde de Huesca, Luis Felipe, durante una visita a las obras de construcción de la Ciudad Deportiva Municipal.

“Estamos en un momento donde los costes energéticos nos han llevado a que la factura de la luz se haya multiplicado por dos”, declaró edil al defender la reducción lumínica del adornado navideño al sistema led. Define esta decisión como “responsable” dado el encarecimiento del precio de la energía, aunque reconoce la importancia de mantener en la medida de lo posible el alumbrado en estas fechas tan señaladas: “es cierto que la luz de navidad ayuda a crear un contexto de fiesta navideña, es un incentivo a las actividades comerciales, pero tenemos también que sopesar el coste que nos llevaría la utilización de iluminación que no sea de bajo consumo” al generar “mucho gasto”. 

El alcalde manifestó que es una cuestión pendiente de estudiar y confirmar. Por el momento, el consistorio no ha cifrado el porcentaje que representa el alumbrado led con respecto al total, pero asegura que las luces de esta categoría “son la mayoría” y que las instaladas en años anteriores se mantendrán. 

Ya en 2019 invirtieron 12.000 euros en tiras de luces led y colocaron 46 guirnaldas de luces en 173 árboles y 164 motivos luminosos en 30 calles de la ciudad, repartidas entre ambas tipologías, bombillas incandescentes y led.

Recorte generalizado a nivel nacional

El foco puesto sobre la iluminación navideña en estas fechas surge de la respuesta que varias ciudades españolas han manifestado ya sobre su plan de gasto para este ciclo.

Huesca y Melilla son las únicas ciudades que por el momento no han anunciado ninguna medida al respecto, aunque llevan años trabajando en la transición hacia luces de alta eficiencia energética.

Zaragoza, por su parte, ha señalado que no sufrirá “cambios significativos”, pero sí ha anunciado que el encendido arrancará más tarde y que se modificará algún elemento puntual.

La postura general de las ciudades españolas es recortar el gasto de alumbrado mediante la ejecución o combinación de dos medidas: apagando antes, como es el caso de Barcelona o Vigo y recortando los días de encendido, como Sevilla. 

Se calcula que el precio de iluminación por cada hora es de 180 euros. Una cifra “asumible” para el ejecutivo de Madrid, que ha decidido aceptar los sobrecostes.

 Los ayuntamientos han indicado que, con independencia del color político, buscan un equilibrio entre reducir sus costes y aportar un ejemplo de ahorro, sin renunciar al reclamo que significa iluminar las calles. Todos ellos apuestan por trabajar en un alumbrado más eficiente y económico.