El 90 % de los casos de violencia sexual y el 80% de los de violencia de género en una pareja no son denunciados

El 90 % de los casos de violencia sexual no se denuncian y el 80% de los de violencia de género dentro de una pareja tampoco. Es uno de los datos que pudo reflejarse en la jornada formativa que tuvo lugar este martes en el centro de profesorado Ana Abarca de Bolea, bajo el nombre de ‘La prevención de la violencia de género y sexual en jóvenes y adolescentes’. Una cita en la que se ha incidido en la importancia de sensibilizar, concienciar y visibilizar acerca de la preocupante situación que existe en la actualidad, con un considerable aumento de los casos.

Concretamente, en la provincia de Huesca se han registrado hasta el momento 364 casos de violencia de género, “37 más que el año pasado durante estas fechas”, tal y como ha explicado Silvia Salazar, subdelegada del Gobierno en Huesca. Números que obligan más si cabe a trabajar en la erradicación o disminución de un problema que afecta a muchas mujeres día tras día, pero que parece ser cada vez más un tema a tratar y solucionar por gran parte de la sociedad.

Carmen Ruiz, socióloga y ponente de la jornada, reivindicaba que “hay que poner encima de la mesa la situación que existe acerca de la violencia de género y sexual en adolescentes y jóvenes” y, para ello, es fundamental “trabajar las relaciones, los modelos de masculinidad y feminidad para abordarlo desde la igualdad”. Principalmente, ello se debe a algunas “cifras negras” que ha registrado el Ministerio de Interior y numerosos informes a nivel nacional, entre las que destaca la existencia de un 90% de casos de violencia sexual y un 80% de casos de violencia de género dentro de la pareja que no se denuncian.

Por desgracia, “sí hay un aumento de casos en torno a la violencia sexual en jóvenes y adolescentes. Hay un aumento desde el año 2016, ya que desde la conocida agresión múltiple en los Sanfermines no ha dejado de aumentar la cifra” aseguró la socióloga. Por dicho motivo desde las diferentes instituciones insisten en la necesidad de denunciar: “Que aumenten las denuncias sería positivo porque secaríamos las cifras negras en lo alto de la mesa”.

No obstante, advierte que “la educación es la herramienta, pero eso no significa que el sistema educativo sea la única solución, ya que al final le damos toda la responsabilidad”. En ese sentido, “tiene un papel fundamental, pero la sociedad también tenemos que estar ahí para prevenir y educar”. Actualmente, explicaba Carmen Ruiz, “estamos en una ambivalencia porque vemos que hay un porcentaje de alumnado y gente joven que tiene mayor conciencia, pero algunos informes nos dicen también que uno de cada cuatro varones piensan que la violencia de género es una ideología”, algo en lo que se sigue trabajando constantemente para tratar de reducir al mínimo posible.

Entre lo positivo, tanto Silvia Salazar como Carmen Ruiz y Amparo Roig, directora provincial de Educación, destacan que cada vez hay menos miedo “para decir lo que nos pasa, y es la manera para que las fuerzas y cuerpos de seguridad puedan actuar”. Lógicamente, “no quiere decir que con la denuncia lo resolvamos, pero el compromiso de la sociedad tiene que estar siempre presente”.

Un compromiso que, afortunadamente, los centros educativos han ido abanderando con el paso del tiempo. “Somos un apoyo más en este camino de sensibilización. Esta perspectiva ha ido cambiando desde los últimos cuatro o cinco años”, recalcaba Amparo. Por ello, la violencia de género se ha convertido en hecho diario, acerca del cual “se habla más, se trata en tutorías y en programas como el Plan Director” con el verdadero objetivo de, en el caso de los más jóvenes, “darles las pautas necesarias para que encuentren esas vías de denuncia de casos que sufran o vean”.