Huesca

RECURSOS HIDRICOS

Huesca reduce el gasto de agua un 10 % más ante la incesante caída de reservas

La ciudad, que bombea dos tercios del cosumo desde Valdabra, gasta 13 millones de litros

Dos tercios del consumo de agua de Huesca se bombean desde Valdabra.
Dos tercios del consumo de agua de Huesca se bombean desde Valdabra.
Pablo Segura

Huesca reduce el consumo de agua un poco más hasta situarse en los 13 millones de litros diarios ante una tenaz sequía que está dejando uno de los peores datos del último medio siglo en los embalses del Alto Aragón, entre ellos, Vadiello, principal suministro de la capital altoaragonesa, y que en los últimos 25 años tan solo ha tenido una cifra peor que la actual, la que registró en 2005. La ciudad, a la que se le calcula 55.000 usuarios y que desde hace más de un mes bombea dos tercios de lo que necesita desde Valdabra, ha bajado entre un 35 y un 40 % su gasto respecto al inicio del verano.

Si al inicio del estío, Huesca ciudad gastaba entre 20 y 22 millones de litros diarios, (400 litros por persona y día), la ciudadanía ha echado el freno. Primero fue el ayuntamiento quien se impuso las restricciones. Y si a finales de verano, el consumo de la capital altoaragonesa estaba en los 15.000 metros cúbicos diarios (15 millones de litros), en esta recta final de octubre han bajado un 10 % más, hasta los 13 millones al día, según los datos del Ayuntamiento de Huesca. Son 236 litros diarios por persona y día, una cifra todavía por encima de la media que baraja el Instituto Nacional de Estadística, que lo sitúa en unos 133, con provincias que lo superan, como es el caso de Huesca y con otras que incluso están por debajo de los 100, como el País Vasco.

A pesar del ahorro de la ciudad, las reservas del principal abastecimiento de la ciudad siguen cayendo, las de Vadiello, y Huesca se ha visto obligada a utilizar el bombeo desde el canal del Cinca, desde la balsa de Valdabra, una obra que se realizó ante la emergencia de 2005. Quitar presión al pantano del Guatizalema, de donde se suministran 16 municipios más además de la capital altoaragonesa que suman 46 núcleos de población y 15.000 habitantes, es el principal objetivo. El Ayuntamiento de Huesca incluso ha tramitado por emergencia una inversión de 237.000 euros para ampliar la potabilizadora del CEEI, unas obras que estarán finalizadas en los próximos días y que permitirán ampliar la capacidad de los 120 a los 180 litros por segundo, equivalente a 215 metros cúbicos a la hora.

Mirando al cielo

Con este panorama, mirar al cielo ya no es solo cosa de agricultores o de abuelos. La persistente sequía sigue sin dar tregua, o muy poca, y muchos miran hacia lo alto ansiando ver los nubarrones grises que amenazan con la lluvia que, esta semana, parece que no harán acto de presencia. Las escasas precipitaciones de la semana pasada no han supuesto un aumento, aunque sí, una semana en la que el constante descenso de las reservas se ha ralentizado. El final de la campaña de riego de verano, la que más agua necesita, según datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), también ha contribuido.

Aún así, las cifras no son halagüeñas. Vadiello registra el segundo peor dato del último cuarto de siglo. Con 2,08 hectómetros acumulados, y bajando-con la previsión de que si la lluvia no lo repara romperá la barrera del dos esta semana-, solo en el 2005, el de la última gran sequía que se recuerda, ha habido un dato peor.

No obstante, la posibilidad de bombear agua desde Valdabra, que Huesca lleva semanas utilizando, ha contribuido a aminorar el declive de Vadiello. Y es que si ahora el embalse baja entre 14 y 17 millones de litros dependiendo de los días y de si es entre semana o fin de semana, antes de la alerta, los llamamientos y el refuerzo de Valdabra, la cifra era el triple.

De los dos hectómetros que quedan, la mitad, según han explicado varias veces desde el organismo de cuenca, es embalse muerto debido a la acumulación de lodos en el fondo del mismo. De momento, el suministro sigue garantizado entre el embalse y el canal del Cinca. Y Huesca sigue mirando al cielo, esperando las ansiadas lluvias, y a la capital, a Madrid, confiando en que por fin la traída de agua de Montearagón que garantizará el suministro a Huesca y sus posibilidades de futuro sea una realidad. De momento, se han comprometido 22 millones de euros, aprobados por el Consejo de Ministros a finales del pasado mes de agosto. A día de ayer, dos meses después del anuncio, las obras siguen sin salir a licitación.