Huesca

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La autosuficiencia energética, una necesidad para las Carmelitas

El Monasterio de Nuestra Señora de la Asunción solicita donativos para instalar placas solares que permitan seguir con la labor en su obrador

Obrador de las Carmelitas del Monasterio de Nuestra Asunción de Huesca
Obrador de las Carmelitas del Monasterio de Nuestra Asunción de Huesca
S.E.

Las Carmelitas del Monasterio de Nuestra Señora de la Asunción de Huesca viven un momento complicado. El incremento del precio de la energía eléctrica se ha convertido en un obstáculo difícil de superar para mantener en funcionamiento su obrador de dulces, motivo por el que, junto a la Fundación DeClausura, han decidido solicitar donativos a la sociedad oscense para poder instalar placas solares.

Anastasia está a punto de cumplir 30 años como Carmelita de la capital oscense, y explica que existe gran necesidad por poder continuar con la labor que realizan. Como principal problema, manifiesta que “no tenemos una forma de trabajo fija, unos ingresos constantes que nos permitan tener un aval en el banco para poder financiar dicha inversión”, algo por lo que han visto mermadas sus posibilidades de llevar a cabo dicha acción. Por otro lado, lamentan que “las subvenciones te las dan después, cuando has pagado la instalación y nosotros no nos lo podemos permitir”.

Una vida dedicada a los dulces

Principalmente, las Carmelitas se ganan la vida haciendo dulces secos como galletas o rosquillas, productos que no necesiten refrigeración. En el periodo navideño amplían su oferta con turrones, polvorones y coquitos entre otros. Multitud de alimentos que no podrían realizarse sin electricidad para su obrador y para los que se trabaja durante las horas que hay sol. Mantener calientes ciertas zonas del monasterio tampoco sería posible sin luz, ya que cuentan con pequeñas estufas eléctricas para los meses más fríos del año.

“Realmente, nuestra vida es desde las nueve de la mañana hasta las seis de la tarde. A las seis termina prácticamente nuestra jornada porque ya es tiempo de oración hasta las nueve de la noche, y a las diez nos acostamos. Trabajamos durante el día”, remarca Anastasia al igual que razona que con dichas placas fotovoltaicas “aprovecharíamos durante todo el día la energía solar”.

Desde el propio monasterio insisten en la importancia de que esta acción pueda llevarse a cabo, puesto que “si nosotras dependemos de los dulces y el coste de hacerlo es mayor de lo que ingresamos, es una pérdida constante”. No se trata de una situación límite, pero sí cercana a ello en caso de que no surjan otras posibilidades en el caso de que la instalación de dichas placas no pueda producirse.

Por el momento, existe cierto optimismo para que la situación cambie. “Ahora podemos aguantar un poco porque pensamos que las cosas van a cambiar. Además, si cerramos el obrador luego habrá dificultades para volver a empezar, y tampoco tenemos otro medio de ingresos, así que es un poco delicado. Pero no podemos seguir de esta forma”, lamenta Anastasia una vez más.

En definitiva, las Carmelitas del Monasterio de Nuestra Señora de la Asunción hacen un llamamiento para contar con la ayuda de los oscenses, quienes en parte han aportado su granito de arena aunque todavía sea insuficiente. “Menos es nada”, pero parece claro que el mantenimiento del obrador puede pasar en gran medida por la instalación de dichas placas solares.