Huesca

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Cae una banda dedicada a estafas con criptomonedas

La Guardia Civil de Huesca ha colaborado en esta investigación con más de 17.000 víctimas

Con la estafa de las criptomonedas los detenidos habrían logrado beneficios cercanos a los 2.400 millones de euros.
Con la estafa de las criptomonedas los detenidos habrían logrado beneficios cercanos a los 2.400 millones de euros.
S.E.

La Guardia Civil y los Mossos d’Esquadra han llevado a cabo dos detenciones en Albania, dentro de un amplio dispositivo realizado los días 8 y 9 de noviembre para la desarticulación de una organización criminal transnacional, que estafaba a sus víctimas mediante supuestas inversiones en criptomonedas. El número de perjudicados podría ascender a cientos de miles y en España se estima que más de 17.000 personas habrían sido víctimas de esta organización criminal. Se calcula que la red investigada obtenía unos 400 euros al minuto y desde el comienzo de la investigación, habrían logrado beneficios cercanos a los 2.400 millones de euros.

En el inicio de las pesquisas los Mossos d’Esquadra detectaron más de un centenar de páginas web controladas por la organización criminal y se comprobó que había una empresa que estaba siendo investigada por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Huesca y la Unidad de Policía Judicial de la Zona de Cataluña, por lo que a mediados de 2019 se estableció un Equipo Conjunto de Investigación (ECI) entre ambos cuerpos.

La investigación arrancó en 2018, cuando se recibieron las primeras denuncias en Mossos d’Esquadra y Guardia Civil. En la primera de ellas una mujer de edad avanzada denunció que le habían robado más de 800.000 euros, explicando en su denuncia que el engaño se había producido a partir de una llamada telefónica en la que un supuesto “experto en finanzas” le propuso realizar inversiones millonarias en criptomonedas. Falsos brokers contactaban con víctimas potenciales desde centros de llamadas ubicados en Albania, simulando un gran conocimiento del mundo de las finanzas, manipulando a los potenciales inversores con técnicas persuasivas y ofreciendo grandes beneficios partiendo de pequeñas inversiones. En realidad, se trataba de auténticos estafadores que las engañaban mediante técnicas de ingeniería social para que realizaran inversiones en plataformas web controladas por la organización criminal.

Las inversiones iniciales eran de 250 euros y pronto informaban a la víctima de supuestos grandes beneficios, por lo que la confianza hacia su broker evolucionaba favorablemente y ocasionaba que ésta siguiera depositando más dinero en la plataforma, pudiendo llegar a ceder cientos de miles de euros a lo largo de su relación con su manipulador.