Premian a Cadis por su compromiso en la lucha contra las violencias machistas

Cadis Huesca ha recibido uno de los premios Menina, que cada año la Delegación del Gobierno en Aragón entrega a entidades y personas por su compromiso con la lucha contra la violencia que se ejerce contra las mujeres y que en la víspera del Día Internacional por la eliminación de las Violencias Machistas, ha reconocido, junto a la Coordinadora de Asociaciones de Personas con Discapacidad de la provincia de Huesca, la labor de Beatriz Alejandra Berné, comandante de la Guardia Civil y jefa de la Policía Judicial e Información de la comandancia de Zaragoza; de Elena Bandrés, periodista e integrante de la Asociación de Periodistas por la Igualdad, y de Ana López Hernández, maestra, psicopedagoga y primera coordinadora de la Unidad contra la Violencia sobre la Mujer de la Subdelegación del Gobierno en Teruel.

La delegada del Gobierno, Rosa Serrano, que ha presidido el acto, agradeció la labor de las premiadas, de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y de los ayuntamientos que se comprometen con esta lucha. A este respecto recordó  los ayuntamientos a los que se ha extendido el convenio Viogén -Huesca, Calatayud, Alcañiz, Pinseque, Binéfar, Pedrola, Utebo, Cuarte, Zuera, Barbastro, Caspe, La Almunia y Fraga-. 

En el acto también se recordó a la mujer asesinada por su expareja en Escatrón, convirtiéndose en la víctima de violencia de género número 31 en la comunidad desde el 2003, fecha desde la que hay registro.

Serrano ha recordado que, a día de hoy, “1.783 mujeres en Aragón están recibiendo protección en distintos grados”. Así mismo ha valorado “el importante impulso que se ha dado en los últimos años en España”, que “es ya el primer país de Europa en contabilizar los feminicidios”, así como “el avance a nivel legal impulsado desde el Gobierno en beneficio de las mujeres”.

En el acto Serrano expresó su rechazo enérgico a que se utilice la violencia de género como un arma política. La delegada ha destacado que “el negacionismo contribuye a que la violencia de género siga instalada en nuestra sociedad, y a que las vejaciones y humillaciones se disfracen y terminen por enmascarar la realidad”. “El oportunismo político manosea nuestros valores fundamentales y atenta contra el mandato que nos hemos dado de servir a la sociedad, a la Constitución y de proteger a las víctimas”, ha añadido Serrano. 

También ha defendido que las diferencias ideológicas "no pueden nunca justificar que desde un escaño o desde cualquier espacio público se alienten discursos que alimentan el odio y que se convierten en sí mismos en la violencia que debemos descartar. El insulto pone de manifiesto la falta de respeto y es otra forma de violencia que se ejerce en las instituciones”.