Huesca

NAVIDAD 2022

Tradición y esfuerzo en la Ruta del Belén

Las recreaciones destacan por su originalidad y gran variedad de escenas y materiales utilizados

Belén playmobil de Benabarre.
Belén playmobil de Benabarre.
S.E.

La Ruta del Belén de Aragón empezó en 2004, con cuatro poblaciones, tres de ellas con menos de 600 habitantes, en las que se montaban nacimientos desde hace años, uniéndose al Belén Monumental de Monzón. Después de 18 años, esa iniciativa suma 21 localidades y 24 belenes muy variados: desde uno con figuras de playmobil, en Benabarre, al montañés de Pomar de Cinca (uno de los precursores de la ruta, junto a Esplús y Peralta de la Sal), además de los monumentales de Monzón y Jaca.

El presidente de la Ruta del Belén de Aragón, José Ángel Baches, explica algunos de los detalles de esta iniciativa como “el de Joaquín Ordóñez de Tamarite de Litera, que se hace con olivera y carrasca, incluso uno totalmente automático en el que prácticamente todas las figuras se mueven como el de Javier Rami, en Peralta de la Sal”.

Tamarite de Litera cuenta con tres belenes: Joaquín Ordóñez, amas de casa y el alfombrado, pero llegó a tener en los inicios cinco belenes diferentes.

Esplús celebra sus 25 ediciones este año. “Unos jóvenes que montaban una pista de slot o comúnmente llamada scalextric en las Navidades, y que adornaban las pistas con maquetas hechas a mano de madera y cartón, deciden instalar en el centro un belén a petición de las amas de casa del pueblo. En la actualidad hacen un belén de 80 metros cuadrados y que ni tan siquiera en la pandemia cerró sus puertas totalmente”, destaca.

Detalle del Nacimiento del belén de Jaca.
Detalle del Nacimiento del belén de Jaca.
S.E.

Por su parte, Alfredo Citoler, en Binaced en los inicios de la ruta, hacía un belén en el garaje de su casa desde que era niño y sus vecinos y convecinos visitaban, y siguen haciéndolo todas las Navidades en una recreación de 60 metros cuadrados.

El Belén de Graus “sigue sorprendiendo con sus montajes y minuciosidad de detalles y maquetas abiertas en las que se pueden ver sus interiores”.

Otro belén que se reinventa todos los años es el de los belenistas de Fraga, que cada año cambian la escenificación, desde el Monasterio de Villanueva de Sijena, la estación de Canfranc o la Ruta Jacobea del año pasado, o la recreación de Jerusalén este año. En Los Monegros, San Juan del Flumen “dedica una parte del montaje a la vida cotidiana del propio pueblo, con gran profusión de detalles y anécdotas en una superficie de 65 metros cuadrados”, indica Baches. Destaca la incorporación de Lanuza este año con escenas de la zona como la recreación del propio pueblo, las pistas de esquí o el pantano.

En el belén tradicional de Barbastro, el matrimonio de Anselmo e Idma monta un belén de unos 50 metros cuadrados que además ofrece una muestra de nacimientos del mundo. “No podemos olvidar los belenes de Boltaña, muy trabajado en su escenificación de maquetas y el majestuoso nacimiento que ofrece Torreciudad con una muestra de dioramas relacionados”, explica José Ángel Baches. Y en el Belén de Monzón se han cambiado 150 metros cuadrados de los 825 de superficie total donde están representadas 7.000 figuras.