Los pasteleros auguran una buena venta de roscones

Con o sin nata, relleno de crema o trufa. Para gustos, los roscones. El dulce navideño por excelencia de estas fechas regresa con fuerza.

Los pasteleros de la ciudad auguran una buena venta este año. Uno de los motivos es el puente, que alargará la venta hasta el fin de semana, aunque los días fuertes continúan siendo el 5 y el 6 de enero. Pese a que la tradición invita a consumir este bollo a base de harina, levadura, leche, azúcar, mantequilla y sal los días 5 y 6, hay quien se adelanta y estrena el año con un roscón en la mesa. Las pastelerías ofrecen variedad en el sabor y tamaño, aunque el más solicitado por los clientes continúa siendo el clásico con relleno de nata.

Panadería Brusau prevé vender cerca de 500 roscones, elaborados con nata pasteurizada cien por cien natural y “con mucho reposo para que haga la fermentación lo más lento posible”, algo que repercute directamente en el sabor, explica Antonio Brusau, gerente.

“El puente nos beneficia”, valora Jesús Tolosana, director de la Pastelería Tolosana, y añade que: “estamos muy esperanzados en que va a ser un año muy positivo para la venta de roscos”.

La disposición del festivo, además, favorece que algunos miembros de la familia que viven fuera de la ciudad se desplacen y estén de vuelta para pasar los reyes y disfrutar del roscón en el desayuno, como es tradición.

Tolosana estima la preparación de 5.000 roscos, con diferentes combinaciones y tamaños. Y aunque el de nata es el preferido, “el de crema se está vendiendo muy bien”, y cada vez más, el cliente se decanta por la combinación de crema y nata.

Son días de trabajo “muy intensos”, asegura Tolosana, entre “cocer, rellenar y llevarlos a la tienda. Fernando Melet, gerente de Panishop, calcula que de los cerca de 500 roscos que han adquirido, alrededor de 200 ya se han vendido, disponibles en diferentes tamaños: para dos personas; el de tamaño mediano, para entre seis y ocho y el formato grande para un máximo de 16.