El tren Huesca-Zaragoza ahorra 5.900 kilos de carbono por persona al año

Renfe ha multiplicado por cuatro el número de viajeros en la línea entre Huesca y Zaragoza en los pasados meses de octubre y noviembre respecto a 2021. Una alta demanda que ha obligado a la compañía a reforzar los servicios, sobre todo del fin de semana, para cubrir las peticiones, y que, entre otros, viene motivada por el aumento del precio de los combustibles y la puesta en marcha de los bonos gratuitos, una medida impulsada por el Gobierno ante la crisis y que tiene fines medioambientales. Y es que utilizar el ferrocarril de lunes a viernes para realizar ida y vuelta entre ambas ciudades podría ahorrar hasta 5.900 kilos de carbono por persona y año.

Según los datos facilitados por la compañía de ferrocarril, entre el 1 de septiembre y el 30 de noviembre de 2022 ha habido un total de 101.160 viajeros en el corredor Zaragoza-Huesca, el trayecto más realizado en la provincia. La altísima cifra multiplica por cuatro la registrada en este mismo periodo en 2021 (en total en la provincia el número de usuarios se ha multiplicado por tres), si bien desde la firma aseguran que el pasado año todavía estaba condicionado por las restricciones de la covid. Si las cifras se comparan con 2020, también ha crecido, multiplicándose por 2,5.

Viernes, domingos y lunes

La alta demanda ha obligado a la compañía de ferrocarril a reforzar el servicio. Según informan fuentes de la empresa, se realiza con trenes en doble composición durante los momentos de mayor demanda. Y es los fines de semana cuando se registran dichos picos. Concretamente, explican, los viernes a primera hora de la tarde, así como los domingos a última hora de la tarde y los lunes, tanto a primera hora de la mañana como a primera de la tarde.

El alto coste de los combustibles, en escalada desde principios del año pasado con el estallido de la guerra de Ucrania, y la puesta en marcha de los bonos gratuitos que impulsa el Gobierno y que supone una ayuda económica para miles de personas, han incentivado el aumento de la demanda. 

Otra de las causas que han llevado a poner esta medida en marcha es disminuir la huella de carbono. Y es que utilizar el transporte público, en este caso el tren, puede suponer hasta 5.900 kilos de carbono por persona y año comparado con la utilización de un coche de gasolina para realizar este trayecto. Si fuera de gasoil (consume menos), se hablaría de alrededor de 5.000 kilos. Aun compartiendo el vehículo entre cinco personas, el ahorro sigue siendo muy significativo. Y es que se seguiría ahorrando la atmósfera entre 444 y 592, dependiendo del vehículo, por persona y año.