Las restricciones de la sequía se levantan tras incrementarse las reservas de agua

“Espero firmar mañana -por este jueves- un decreto para levantar ciertas restricciones que se aplicaron con la situación de la sequía”. Así lo ha confirmado este miércoles el alcalde de Huesca, Luis Felipe, durante una visita a las obras de rehabilitación del Camino de La Almunia. Y es que las reservas de agua de la ciudad se han incrementado notablemente en las últimas semanas gracias a las lluvias que dejó el final del otoño y el inicio del invierno, con el embalse de Vadiello en 4,8 hectómetros cúbicos a día de hoy, y los acuíferos que suministran algunos municipios del entorno recuperados.

El primer edil no ha adelantado, sin embargo, cuáles serán las limitaciones que desde el Ayuntamiento de Huesca se van a levantar.

Desde que a mediados del verano se pusiera de manifiesto que la sequía estaba mellando las reservas hídricas, el consistorio fue tomando diferentes medidas para ahorrar en el consumo. El ayuntamiento predicó aplicándose las primeras restricciones como la reducción del agua en la limpieza de calles o en el riego. Semanas después, llegó la prohibición de utilizarla, excepto la procedente de pozos, para jardines o el cierre de las fuentes públicas, así como un llamamiento a la mesura en el consumo individual que ha conseguido reducirlo a la mitad pasando de los 22.000 litros diarios de antes del verano a los 11.000 que se consumían en noviembre, según datos ofrecidos por fuentes municipales.

La reducción en el consumo fue notable, pero aún así, con momentos delicados. Fue a mediados de septiembre, cuando el caudal de Vadiello solo garantizaba el suministro hasta finales de octubre, según los datos que ofreció en ese momento el propio ayuntamiento. No obstante, la ciudad de Huesca, que aglutina 55.000 de los 70.000 habitantes que se suministran de dicho embalse, ha utilizado para su consumo la traída de agua de Valdabra, del canal del Cinca, reduciendo así la presión sobre el embalse del Guatizalema que presta servicio otros 16 municipios del entorno de Huesca.

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También las medidas de consumo ralentizaron la agonía de un embalse que llegó a situarse en tan solo 1,5 hectómetros cúbicos, de los que casi dos tercios eran inservibles ya que eran lodos del fondo del pantano. Y es que las reservas fueron cayendo en la recta final del verano y durante casi todo el otoño, hasta que en diciembre comenzó a remontar ligeramente.

La lluvia se hizo de rogar y apenas se registraron precipitaciones en una recta final de 2022 en la que, además, las temperaturas fueron más altas de lo habitual.

El pantano de Vadiello, principal abastecimiento de la ciudad de Huesca y de otros 16 municipios que suman un total de 48 núcleos de población, comienza ahora a recuperar pulso. Aunque con solo a un tercio de su capacidad, al 30 % según los datos de la Confederación del Ebro, el embalse triplica las reservas que tenía a finales de noviembre. l