Huesca

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Kamen Nogués Elena: Cuerpo, naturaleza y dinamismo

Esta oscense originaria de San Juan del Flumen estudió Inef, formándose posteriormente en danza, circo y eutonía, entre otras disciplinas 

Kamen Nogués Elena en una imagen de niña y en la actualidad.
Kamen Nogués Elena en una imagen de niña y en la actualidad.
S.E.

Cuerpo, naturaleza y movimiento son los ejes en los que se sostiene la labor y la existencia de Kamen Nogués Elena. Nacida hace 52 años en San Juan del Flumen, pasó su infancia en este municipio hasta los 14 años, momento en el que se trasladó a Huesca. Un cambio “muy importante” que al inicio “fue un impacto” pero luego supuso “una apertura”, donde “lo artístico empezó a cultivarse de otra manera” diferente a aquellos días en los que junto a su hermana, Amparo, jugaban a “hacer teatro en la plaza del pueblo” y bailaba.

Le viene de casta: “Mis padres y mi hermana vienen del mundo artístico y lo deportivo”. Y de su caracter inquieto, que le llevó a los talleres de teatro del instituto, a formarse en Inef en Lérida, donde se abrió “un campo muy bonito en el circo”; a formarse en danza, danzaterapia, circo y eutonía (disciplina corporal que se centra en lograr el equilibrio de la tonicidad adaptándolo a la actividad y las acciones de la persona), o como guía de media montaña o de aguas bravas.

Y esa interrelación entre el cuerpo, la naturaleza y elmovimiento tiene un propósito muy claro en los desempeños que hoy lleva a la práctica Nogués, con las clases de circo para peques en la escuela de circo Capicúa, en los diferentes espacios donde imparte danza, improvisación o eutonía, o en las intervenciones artísticas en las aulas de la Comarca de la Hoya, o con el duo Canela fina que forma junto a Josan Rodríguez; favorecer el cuidado y la toma de conciencia corporal para “estar atenta en la vida, poder acallar el ruido mental y los estímulos que tenemos, para que el cuerpo esté atento en lo que se celebra ahora”. Algo que también se aplica a sí misma.

Desde su casa en la Almunia del Romeral, Kamen le pone enfásis a “gestionar, a nivel de tiempo, con mucha más calma cada vez”, porque “parece que hay que hacer mucho” y “hay más tiempo que vida”.

Le gusta madrugar, despertarse “al alba”, con los cantos de esa “hora pájara”. Antes de prepararse para desayunar con su hijo, media o permanece en silencio. Luego, se prepara para las prácticas que tenga, o los proyectos y sus presupuestos, para difundir su trabajo; “a veces sola” y otras acompañada de otras mujeres con las que trabaja en sinergia; cuidar de los suyos, y de sí misma “y estar disponible para lo que tenga ese día”.

Kamen juega con lo espontáneo, “es importante”, porque surgen colaboraciones con gente querida. Con Amorados, la propuesta de danza junto a Rodríguez, resalta, “lo que más se toca es el alma de las personas. La gente nos ve y tiene sensaciones muy diversas” y permite ofrecerle al mundo la certeza “de que todo el mundo puede mirar igual a todas las personas”.

Aunque su centro está en Huesca, viaja al extranjero cuando surgen formaciones o colaboraciones, como una próximamente en México. Desea encaminarse para llevar su “labor artística y educativa” atravesada por el cuidado, “al alcance de cualquier persona” e imagina -“veremos si la vida me lo pone fácil o no”- “un espacio en la naturaleza” desde el que “se amplie la manera de conocer el mundo de la danza, el circo y la expresión”.