sanidad
Aragón es la región del país con más espera media para ser operado
Un paciente afronta 151 días de demora frente a los 113 de media estatal. Hay 25.340 enfermos aguardando ser intervenidos, 1.875 más que hace un año
Ciento cincuenta y un días esperaba de media un aragonés al acabar 2022 para ser sometido a una intervención quirúrgica. Igualado con el de Cataluña, es el peor dato de todo el país, donde la espera media para ser operado es de 113 días, casi un mes y medio de diferencia con nuestra comunidad.
En general, la situación sanitaria en Aragón es “de las más delicadas del país”, afirma la presidenta nacional de El Defensor del Paciente, Carmen Flores, quien acusa al presidente aragonés, Javier Lambán, “de hablar mucho pero no hacer lo suficiente para paliar la situación”, que es “grave y no solo por las listas de espera, sino también por Primaria”.
Asimismo, el año pasado acabó con la mayor cifra en la historia de aragoneses aguardando a ser operados: 25.340, 1.875 más que el año anterior. Estas cifras están incluidas en la memoria de la Asociación El Defensor del Paciente, que utiliza los datos disponibles por el Ministerio.
En Aragón las listas de larga espera quirúrgica -pacientes que llevan más de 6 meses, otro campo distinto al analizado por El Defensor- bajaron el año pasado un 21 %, hasta las 6.437.
Cifras “indecentes” que alcanzan “la mezquindad”
Volviendo a las demoras medias y al total de pacientes en espera, El Defensor delPaciente señala que las listas de espera son “el quebradero de cabeza” del Salud y, junto con Cataluña, son las peores de todo el país. “Los guarismos que soportan los aragoneses son indecentes, alcanzando la mezquindad con 151 jornadas de media para intervención”. Neurocirugía, Cirugía Plástica y Traumatología son las especialidades en peor situación.
La presidenta de El Defensor apostilla que las cifras “son engañosas” porque “no hay que contar desde el preoperatorio, que es la cifra que dan, sino desde el especialista”. Por tanto, son “cuatro” esperas: ir al especialista, las pruebas, el diagnóstico del especialista y la petición de quirófano, lo que lleva a que “un paciente pueda estar tranquilamente un año esperando”.
El informe recuerda la huelga que había en Primaria -el documento es previo a la desconvocatoria tras un preacuerdo- por el “desbarajuste” en Primaria, destacando especialmente “la redistribución de puestos y las mejoras económicas y laborales”.
“Si a esto añadimos una plantilla envejecida, pues en los próximos 5 años se jubilarán 600 médicos, apaga y vámonos”, agrega. “Se alarga su tiempo laboral para no contratar a otros y, cuando se jubilan, no se reemplazan”, critica Flores, una situación que crea “un déficit enorme en el derecho a la asistencia” y un aumento en los cupos de pacientes por día: “Un médico tiene que tener 10 ó 15 minutos por paciente pero llega a tener 70 pacientes y ese tiempo es inasumible”.
Otro problema más: la falta de especialistas, especialmente acuciante fuera de Zaragoza capital, como es el caso del Alto Aragón.
“Si toda la sanidad se ha agravado -asevera-, la rural se ha abandonado porque no se invierte”, que critica la falta de voluntad política para solucionarlo “pese a que sea su obligación inexcusable”.
Recalca que “mientras Primaria no se arregle, esto seguirá empeorando”, en referencia a listas de espera y, en general, a la salud del paciente. “Tenemos dos víctimas: los sanitarios y los pacientes, pero estos tienen en riesgo su vida y salud”, recordando que en Primaria las esperas pueden llegar a los diez días.
Más pública, menos derivaciones
El Defensor del Paciente insiste en reclamar más fondos para la sanidad pública y en reducir las derivaciones y conciertos con la privada. “Se invierte mucho menos de lo que se necesita en la pública porque se da a la privada -expone Carmen Flores-, ¿por qué se deriva a la privada? Nosotros pagamos por la sanidad pública. Yo personalmente no quiero ir a la privada, donde hay un servicio de paciente-cliente”. La presidenta de El Defensor del Paciente afirma que “la sanidad pública es lo mejor que tenemos” en el país. Además, reclama que el Gobierno central ejerza un mayor control sobre los fondos que da a las comunidades para sanidad. “Las comunidades no pueden ser intocables. Tiene que llegar el momento en que se mire dónde gasta el dinero, ¿en sanidad pública o dónde?.
