Huesca

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Los extramuros, un atractivo mayor durante San Valero

Cerca de 30 personas de la provincia de Huesca y Zaragoza aprendieron parte de la historia oscense aún desconocida

Paso por el convento de Las Miguelas durante las visitas guiadas por los extramuros.
Paso por el convento de Las Miguelas durante las visitas guiadas por los extramuros.
Roger Navarro

Las visitas guiadas por los extramuros de la ciudad de Huesca volvieron a ser ayer un atractivo más para oscenses, por supuesto, y para algunos zaragozanos que aprovecharon el puente de San Valero para conocer la capital oscense si todavía no lo habían hecho.

Si el sábado contó con una notable aceptación, alrededor de 30 personas recorrieron durante la tarde del domingo las calles de la ciudad, todo ello de la mano de Adrían Díaz, experimentado guía que amenizó todos y cada uno de los rincones por conocer a través de explicaciones atractivas, agradables y entendibles para todos los públicos.

Desde enclaves como el puente de San Miguel, la muralla, el convento de Las Miguelas hasta el Casino, Adrián explicó a los presentes que “Huesca tiene muchos más atractivos y lugares de los que su gente debería sacar pecho y estar orgullosa”.

Todo ello, durante una tarde fría pero animada desde la Oficina de Turismo, punto de partida en el que Luisa, de Zaragoza, destacaba el buen hacer en las visitas guiadas, sin olvidar que siempre que puede acude a ellas. Concretamente, “hoy -por ayer- me he animado a realizar las dos visitas guiadas aprovechando el fin de semana con mi marido”.

Además de ello, incidió en que “ya he venido varios años y nunca me arrepiento porque siempre se conoce o recuerda algo que había quedado en el tintero, y te das cuenta de que en Aragón tenemos mucha historia que transmitir y contar para que no caiga en el olvido”.

Desde personas jubiladas hasta parejas de jóvenes aprovecharon este fin de semana para acercarse a la ciudad de Huesca que, con motivo de San Valero, les brindó la oportunidad tanto de disfrutar de sus calles y puntos más destacados como de la gastronomía.

La Trenza de Almudévar y otros dulces varios también rondaron por la visita guiada, pues algunos grupos no quisieron perder la oportunidad de llevarse a casa productos típicos de la zona. Antonio, zaragozano también, no escondió que “era prácticamente una obligación hacerlo, porque siempre es un gusto llevarte un dulce a la boca de una tierra tan buena como es la altoaragonesa”.

Los visitantes pudieron además disfrutar del coso, de su historia y del porqué el Coso Alto y el Coso Bajo reciben dicho nombre, que para sorpresa del guía era desconocido para muchos. Así, por las cuatro esquinas y el Casino, la visita guiada de ayer domingo concluyó con un gran sabor de boca para todos, a la espera de la última visita que tendrá lugar hoy por la tarde con un escenario de conocimiento y aprendizaje muy distinto:El Alcoraz. Así, finalizará un puente de San Valero para Huesca que deja una notable presencia de aragoneses por la ciudad, con la intención de repetir para muchos de ellos. l