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La lavandería de Arcadia se renueva para llegar lejos
Están invirtiendo en nuevas infraestructuras para garantizar el empleo para las personas con enfermedad mental grave
Más de mil kilos de ropa al día son los que asume el servicio de limpiezas y desinfección de la Lavandería de Arcadia en Huesca. Se dice pronto, pero es una gran cantidad de sábanas, toallas, uniformes o manteles que cada día quedan en perfecto estado tras pasar por las manos profesionales de los empleados que se afanan por mantener el orden y el control de todos los procesos de este trabajo. Más de un 70% de sus profesionales son personas con un diagnóstico en enfermedad mental grave (EMG).
La lavandería de Arcadia, como el resto de sus áreas de negocio de la Empresa Social, se centra en conseguir el equilibrio entre la parte productiva y la parte asistencial. Para ello ha hecho en los últimos años una fuerte apuesta por la sostenibilidad, mejorando su maquinaria, sus instalaciones y sus servicios profesionales. Y es que cabe recordar que cuando empezó toda la transformación de la atención psiquiátrica a finales de los años 90, este fue uno de los primeros talleres y sigue funcionando con muy buenos resultados, claro que después de veinticinco años ha habido que mejorar y renovar toda la infraestructura, apuntan desde la entidad. “En todo este tiempo han cambiado los procedimientos y las normativas en el área de limpiezas y nos hemos ido adaptado para poder, por un lado, ofrecer un mejor servicio a los clientes y, por otro, lograr una infraestructura mejor para llegar a más clientes generando nuevos puestos de trabajo para personas con EMG, que es la finalidad de este proyecto social”, indican desde la entidad oscense.
Siguiendo esta línea, se ha logrado un incremento del 30% de personas contratadas con EMG en los últimos tres años. En la actualidad, hay una treintena de personas trabajando, el 70% de las cuáles con un seguimiento y atención personalizadas. Es decir, para ello, hay detrás todo un equipo interdisciplinar que hacen el seguimiento y control de las personas con enfermedad mental grave”, aseveran.
Para este progreso se han adquirido nuevas lavadoras y secadoras con menor consumo, ha habido un cambio en la iluminación tratando de que sea un lugar más agradable, luminoso y menos costoso, también se cuenta con nuevos vehículos, en concreto, un camión y una furgoneta, porque Arcadia no solo lava sino que ofrece el servicio de recogida y reparto de la ropa, incluso, añaden, “se han colocado, en los mismos espacios de los clientes, básculas para garantizar el control de lo que recogemos y devolvemos”.
“En definitiva, trabajamos por profesionalizar todo el proceso. Por eso la última adquisición es una calandra, gracias al impulso de la DPH, que facilitará y reducirá el tiempo de trabajo de planchado y doblado de ropa plana”. De este modo, podrán asumir más clientes porque, insisten: “Nos interesa absorber nuevos clientes para garantizar los empleos e incrementarlos”.
Ahora, los clientes principales son el Hospital Santo Cristo de los Milagros, el Sagrado Corazón y la residencia de mayores Sagrada Familia y, entre otros, resaltan la Escuela de Hostelería de Huesca, la facultad de Odontología o el restaurante Tatau.
La lavandería de Arcadia sigue mirando hacia el futuro y su meta más próxima es la digitalización.
