Huesca

SEMANA SANTA

Emoción en la Procesión del Resucitado, que cierra la Semana Santa

Cientos de personas han seguido en Huesca la última procesión, una de las de mayor contenido simbólico y en la que participan todas las cofradías

El Cristo Resucitado y la Virgen de la Esperanza, ya sin velo negro, en su encuentro en San Pedro.
El Cristo Resucitado y la Virgen de la Esperanza, ya sin velo negro, en su encuentro en San Pedro.
Verónica Lacasa

La entrada del Cristo Resucitado y de la Virgen de la Esperanza en la Catedral, a mediodía de este domingo, ha puesto el broche de oro a la Semana Santa de Huesca. Cientos de personas han seguido la última procesión, desde la salida del Cristo Resucitado de Santo Domingo hasta su llegada a la Seo con el momento más emotivo entre medias, el encuentro en San Pedro del hijo con su madre, la Virgen de la Esperanza.

Todas las cofradías de la ciudad han tomado parte en esta procesión, que simboliza la resurrección de Jesús tres días después de su martirio en la cruz. Con este simbolismo, los católicos cierran la Semana Santa con una de las fechas más señaladas del cristianismo.

La Virgen de la Esperanza ha esperado con un velo negro de luto al Cristo Resucitado en una abarrotada plaza de San Pedro. El silencioso encuentro propio del duelo de estas fechas ha dado paso a la emoción por la resurrección de Jesús una vez se ha quitado el velo negro a la Virgen, con suelta de palomas incluida y los sonidos de los tambores como heraldos de la nueva.

La última procesión de la Semana Santa ha proseguido en dirección a la Catedral, en cuya plaza muchas personas estaban aguardando la llegada a mediodía de los dos pasos acompañados por cofrades de todas las hermandades de la ciudad.

El Cristo Resucitado, una talla de madera policromada de estilo barroco academicista -obra de Pascual de Ipas a finales del siglo XVIII-, y la Virgen de la Esperanza, portada por cofrades mujeres y datada a finales del siglo XIX sobre peanas de los oscenses Francisco Pueyo y Antonio Bonet, han entrado en la Catedral, donde se ha celebrado un oficio litúrgico en el que se ha conmemorado la resurrección de Jesús para poner el punto final a la Semana Santa.