SANIDAD
Los médicos advierten de que las mejoras en Primaria son “un parche”
Los centros “siguen saturados”, pero esperan que las nuevas medidas ayuden mientras se han abierto unas 25 consultas de apoyo de modo intermitente

Los médicos de Atención Primaria están a la expectativa de que sus agendas se reduzcan a los 35 pacientes al día (a 28 en el caso de Pediatría), de no tener que hacer tantas recetas al ver rebajada su carga burocrática o de contar con refuerzos de personal. Estos son algunos de los cambios que contempla la batería de medidas organizativas que han pactado los sindicatos CESM y Fasamet con el Gobierno de Aragón y que comenzaron a aplicarse el pasado 1 de marzo de forma paulatina. También incluyen y desarrollan el Plan de Atención Primaria y Comunitaria elaborado por el Departamento de Sanidad.
Por el momento, tal y como informa el Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón, se han abierto diariamente de 2 a 4 consultas en toda la provincia de Huesca, concretamente en Perpetuo Socorro, Pirineos y Los Olivos, Barbastro capital y el Consultorio Local de Zaidín (EAP Fraga). Estas consultas de apoyo no son fijas, se abren en función de la presión asistencial y pueden abrir un día y no al siguiente, por ejemplo.
En total, en el Alto Aragón se han abierto 25 consultas de apoyo (cifra global desde que se abrió esta posibilidad), con un total de 348 pacientes en Medicina de Familia. No ha habido necesidad de abrir consultas de apoyo de Pediatría ni de Enfermería hasta el momento, indican fuentes del Departamento.
Ramón Boria, facultativo de Atención Primaria y delegado del sindicato médico Cemsatse en Huesca, confía en que estos y otros cambios mejoren el día a día de los facultativos, pero reconoce que tan solo son un “parche, no una solución” para una situación “crítica”, por lo que a largo plazo resultarán “insuficientes”. Como ejemplo, dice que se puede poner “una medida puntual, ahora en invierno, poniendo consultas de tarde, de 15 a 17 horas para los excesos de demanda, etcétera, pero el problema de falta de profesionales lo vamos a seguir padeciendo”.
Desde esta idea, advierte de que “el sistema sanitario tiene problemas estructurales graves” y destaca que en el preámbulo de estas medidas se establece como objetivo destinar a la Atención Primaria el 25 % del presupuesto asignado al Servicio Aragonés de Salud por la Ley de Presupuestos de la Comunidad Autónoma, alcanzándose dicho objetivo en un plazo de cuatro años.
También se contempla que haya una Dirección única para la Atención Primaria separada de los Hospitales, que incluya un responsable de Enfermería, “para no depender ya del gerente del hospital, a dónde se va la mayor parte del presupuesto y de los esfuerzos”. La Administración también se ha comprometido a hacer una nueva planificación del mapa sanitario y redistribución de puestos atendiendo a las actuales circunstancias demográficas, geográficas y sociológicas. Este documento apuesta a su vez por la docencia y la formación en este nivel asistencial e incluye una reorganización profesional para favorecer la asistencia a los ciudadanos en un tiempo adecuado, con limitación de las agendas y posibilidad de establecer, en función de los centros, agendas de apoyo.
Ramón Boria explica que algunas de estas medidas ya estaban “pero habían caído en desuso”. Entre todas ellas destaca la importancia de la desburocratización, “al papeleo innecesario que hace perder el tiempo en la consulta”. Así, facultativos de los hospitales o profesionales de los servicios de admisión liberarán a los médicos de familia de algunas tareas para “quitarles en sus consultas labores de burocracia”.
También puntualiza que “las medidas que se firmaron no son ni una subida salarial, ni nada lineal, lo que se intenta regular son dos problemas tremendos que hay: uno referente a que formamos a pocos médicos residentes porque no hay tutores”. “Había dificultades porque esto se hacía de forma altruista por parte de quien impartía la docencia y ahora se ha puesto el pago de una pequeña cantidad”.
En segundo lugar, para los “excesos de demanda” y los “colapsos” provocados por falta de personal se han adoptado una serie de medidas que intentan paliar eso con horas extras que se han regulado para ver cómo se deben desarrollar. “No había sustituciones ya que hay plazas que quedan vacantes y pasan meses hasta que se consiguen cubrir. Las medidas son para esas horas de rebosamiento que se hacen en horario de tarde”, explica Ramón Boria, que compara esta iniciativa con las peonadas de los hospitales.
El facultativo dice que las medidas “van despacio”. “Hay cierto desconcierto inicial entre las órdenes publicadas en el BOA y la implementación de las mismas porque en cada sector la manera de trabajar y de desarrollar las cosas es diferente”, explica. Los centros de salud, expone finalmente, “siguen saturados pero esperamos que estas herramientas algo ayuden” y se refiere así a “la buena voluntad de los directivos para que las implanten de la manera más rápida posible. Son medidas útiles e instamos a las direcciones del Salud a desarrollarlas en su totalidad”.
Otras medidas
Las nuevas medidas aprobadas contemplan además la realización de campañas informativas de educación sanitaria, compensación económica por la acumulación de cupos, la creación de nuevas plazas en los centros de salud que cuenten con más de 1.600 tarjetas sanitarias de media y la creación de nuevos grupos de edad, de 7 a 13 años y de más de 80 años, con diferente retribución económica, tanto para medicina como para enfermería. También se recoge la integración de los médicos de atención continuada en los equipos de Primaria y compensaciones retributivas para la prestación de servicios fuera de sus zonas de adscripción preferente. Y se establecen medidas de seguridad laboral en los centros de trabajo, con el nombramiento de un responsable de agresiones en cada dirección de Primaria.