La alta capacidad intelectual precisa de mayor atención

La falta de acompañamiento en la educación a los menores con Alta Capacidad, que en Aragón suman 228 alumnos identificados, provoca que “estemos perdiendo talento”, y si no se cuida, estos escolares “no podrán desarrollar con plenitud su potencial”, advirtió Alberto Quílez, investigador oscense y director del posgrado Experto Universitario en Altas Capacidades de la Universidad de Zaragoza durante su ponencia en ‘Pint Of Science’ en el Bendita Ruina.

Un ciclo de investigación científica que acogió en la misma jornada temas de actualidad como el voto y sistema político aragonés a cargo de Darío Badules, profesor de Derecho Administrativo del Campus de Huesca y la evolución del ser humano desde la prehistoria, con Lourdes Montes, arquéologa del Campus de Huesca-Unizar.

Superdotado, precoz, genio o niño prodigio. Son algunos de los calificativos “cargados de expectativas” que usualmente se utilizan para hacer referencia a los niños con altas capacidades. Tras ellos, explicó Quílez, se construyen mitos que distorsionan la realidad, tales como que se trata de una cuestión innata, estática y fija y que, por tanto, las personas que la poseen pueden desarrollarse por sí mismas. “Hablar de superdotados es un error”- aseveró el profesor- persiste la falsa conciencia de que una persona con altas capacidades sistemáticamente es muy lista y saca muy buenas notas”, pero lo cierto es que estas capacidades “se dan en algunas facetas, no todas” y que se trata de un potencial, es decir, “lo que uno puede llegar a ser”.

Esta plenitud en el aprendizaje sólo puede alcanzarse a través del acompañamiento y desarrollo de habilidades, comepetencias y capacidades, elementos que pueden conducir al talento. “Son niños, como muchos otros, pero con alguna característica especial”, aclara. Con el fin de avanzar en las potencialidades de cada menor, el profesor oscense defiende que desde los centros educativos “hay que dejarles pensar, que den rienda suelta a su creatividad, darles la oportunidad de participar de un proceso de mejora”.

Para ilustrar este tipo de intervención, Quílez expuso algunas ejemplos reales donde trabajó la participación activa entre los niños con altas capacidades, a través de planteamientos de problemas matemáticos para el resto de compañeros de clase o la redacción de cuentos.

Actualmente, el posgrado experto universitario cuenta con 57 inscritos de Aragón y otras zonas de España y se dirige a formar a profesores y psicólogos en competencias y habilidades para la implementación de proyectos educativos y una atención correcta al alumnado con Altas Capacidades.