ALTOARAGÓN ECONÓMICO
Mar Vaquero: “Aragón tiene todo para ser líder en energía, biomedicina e innovación”
La vicepresidenta segunda y consejera de Economía, Empleo e Industria del Gobierno de Aragón confía en el consenso y el diálogo social

Investigación, desarrollo e innovación. Son los horizontes que plantea Mar Vaquero, vicepresidenta segunda y consejera de Economía, Empleo e Industria del Gobierno de Aragón para el presente y futuro de la Comunidad. Incidir en áreas innovadoras como el parque tecnológico Walqa o potenciar perfiles profesionales “de futuro” como los cursos recién implantados en Huesca es una de sus estrategias, pero también apoyar el emprendimiento y potenciar sectores estratégicos, como el turismo, apostando por la desestacionalización.
¿Cuál es el estado de salud económica de Aragón? ¿Y de Huesca?
—Tradicionalmente Aragón siempre ha registrado unos datos mejores que el conjunto del país. Pero esa realidad ha cambiado en los últimos tiempos: hemos sido una de las últimas comunidades en recuperar el PIB prepandemia, se ha reducido a la mitad la diferencia entre la tasa de paro nacional y regional, la brecha entre el empleo masculino y femenino es una de las más elevadas de España y los jóvenes y los mayores de 50 años siguen necesitando medidas incentivadoras para que consigan un puesto de trabajo. Si a ello le añadimos que se han perdido 1.500 empresas y 3.200 autónomos, nos damos cuenta que no es una realidad idílica y que tenemos mucho trabajo por delante.
En Huesca, los últimos datos de empleo conocidos esta semana nos indican que el 31 de agosto había un total de 6.980 parados. Y eso son muchas familias que esperan encontrar una esperanza para el futuro y a la que nos debemos.
¿Qué prioridades tiene el Departamento de Economía, Empleo e Industria? ¿Qué se quiere conseguir?
—Toda aspiración que tiene un representante público es mejorar la vida de los ciudadanos. Que dentro de cuatro años podamos decir con satisfacción que los aragoneses están mejor que en 2023.
Y eso pasa por trabajar para hacer de Aragón una comunidad líder en crecimiento y creación de empleo, en favorecer la llegada de empresas gracias a una política impositiva más justa y a los atractivos que tiene nuestra región, en aumentar nuestras exportaciones, difundiendo en el mundo todo lo bueno que se realiza en esta tierra, o colaborando con el sector industrial para hacerlo más fuerte porque es vital para nuestra comunidad. Sin olvidarnos, en ningún momento, de reducir la tasa de siniestralidad laboral, que en 2023 está alcanzando unos niveles inaceptables y sobre los que tendremos que incidir muy especialmente.
¿Qué papel juega en todo ello las organizaciones empresariales y los sindicatos?
—Los objetivos que tenemos marcados desde el Departamento de Economía, Empleo e Industria son colectivos. Debemos implicar a todos los actores económicos y sociales para conseguirlos, siempre desde el convencimiento que de la mano podremos alcanzar cotas más altas de bienestar para los aragoneses. El Gobierno de Aragón siempre va a estar a disposición de todos para mejorar nuestra comunidad. El diálogo social y consenso del que hemos presumido a lo largo de nuestra historia es un bien a preservar y eso vamos a hacer durante los próximos cuatro años.
A las empresas del territorio les preocupa el desajuste entre oferta y demanda de mano de obra. ¿Qué sectores son una oportunidad para la economía aragonesa?
—Somos conscientes de que tenemos que recorrer un gran camino para lograr que las empresas y el INAEM colaboren más estrechamente en la formación de los trabajadores. Será la legislatura de la modernización del Instituto.
Hay que mirar a nuestro entorno y conocer qué perfiles profesionales van a demandarse en el futuro, para ofrecer esa formación que permita a los aragoneses garantizar su porvenir en el territorio. Aragón, por su propia ubicación y características, tiene todo para ser líder en energía, biomedicina, innovación y tecnología. Son sectores con un futuro muy esperanzador y no podemos dejar pasar esta oportunidad.
La implementación de nueva oferta formativa en el Alto Aragón como los cursos en Auditoría energética, Sistemas de hidrógeno o Ciberseguridad. ¿La especialización en estos campos es el camino a seguir?
—Exactamente. Conocer las potencialidades del territorio y aprovecharlas al máximo para que los ciudadanos encuentren el futuro que esperan para ellos mismos y sus familias. Con esa premisa trabajamos desde el Gobierno de Aragón.
Un ejemplo indudable es diversificar y ampliar nuestra oferta formativa hacia aquellas áreas que van a demandar perfiles profesionales en los próximos años. Si nuestra comunidad no es capaz de ofrecerlos, tendrán que buscar en otros territorios y es lo que debemos evitar.
—¿Qué sectores considera que deben potenciarse en el Alto Aragón?
—El futuro está frente a nuestros ojos y no podemos quedarnos parados. Hay sectores fundamentales ya asentados que seguirán teniendo su importancia y que, adaptados a los tiempos actuales, tendrán su trascendencia: caso de la agroalimentación o el turismo, con el importante reto de desestacionalizarlo para no depender en la inmensa mayoría de la nieve.
Sin olvidarnos de ellos, no podemos ponernos de espaldas a la nueva realidad y a los sectores estratégicos que están copando cada día un mayor porcentaje del PIB aragonés. Como decía anteriormente, la energía, la biomedicina, la innovación y la tecnología son hoy relevantes y lo serán mucho más en el futuro. Más todavía con las posibilidades que ofrece la provincia de Huesca en su conjunto.
El parque tecnológico Walqa nació con el objetivo de ser un polo de innovación e I+D en el territorio. ¿Qué balance hace de él? ¿Contempla nuevos planes de acción?
—Hoy es imposible entender el sector industrial de todo Aragón sin mencionar Walqa. Tiene tras de sí una trayectoria de más de 20 años apostando por el empleo, la innovación, la investigación, la competitividad y el emprendimiento. Pero soy una convencida de que lo mejor está por venir. Por la propia concepción del Parque Tecnológico, debe estar siempre mirando más allá del momento presente, trazar una estrategia a futuro bien diseñada e incidir en áreas innovadoras que conviertan a Huesca capital y al resto de la provincia en un polo de I+D+i.
¿Cuál es la estrategia del Departamento para atraer proyectos empresariales en la comunidad?
—No es sólo una estrategia de mi Departamento, sino que afecta al conjunto del Gobierno de Aragón, con el presidente a la cabeza. Y tampoco puede sustentarse ese objetivo en una única acción. Nuestra intención es rebajar los impuestos que tanto encarecen los costes fijos de las empresas hasta asemejarlo a otros territorios más competitivos, también abordar la necesaria simplificación administrativa que acelere los proyectos, mejorar las comunicaciones terrestres y digitales, y garantizar la disponibilidad de suelo industrial para que ningún proyecto renuncie a Aragón por falta de espacio.
Hablando de acelerar, se ha referido en sus primeros días de gobierno a la Unión Aceleradora de Proyectos.
—Está contemplado en nuestro programa electoral y lo vamos a cumplir. En muchas ocasiones, los emprendedores tienen dificultades para saber a dónde dirigirse para materializar sus iniciativas. Por eso es necesario unificar todas las ventanillas de atención para que no perdamos ninguna idea y para que los plazos se reduzcan notablemente. Hay un gran margen de mejora.
¿Qué objetivos persigue el Plan Pirineos?
—El Plan Pirineos supone la inversión de 250 millones de euros en ocho años, cifras desconocidas hasta la fecha. Es un plan amplio, que apuesta no únicamente por la nieve, sino que también por iniciativas que desestacionalicen el turismo y por actuaciones imprescindibles y demandadas por los que allí viven: mejora de infraestructuras, garantía de unos servicios públicos de calidad, actuaciones preventivas de gestión forestal, inversión en infraestructuras o la apuesta por el sector primario.
¿Qué planes contemplan para el medio rural?
—Los habitantes del medio rural son ciudadanos de primera y, en la actualidad, como consecuencia del empeoramiento de los servicios públicos, no se sienten así. Pretendemos devolverles la seguridad de vivir en sus localidades, de sentirse atendidos si tienen una urgencia médica o de garantizarles transitar por carreteras del siglo XXI.