PEDIATRÍA
Teresa Cenarro: "No hay que olvidar que para la niñez el juego es parte del aprendizaje”
Teresa Cenarro, vicepresidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria indica las recomendaciones para una vuelta al cole segura

Regresar a la rutina es una de las tareas pendientes a las que obliga el mes de septiembre ante el inicio del curso escolar. Teresa Cenarro, Vicepresidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria explica qué factores deben considerar las familias para garantizar una vuelta al cole segura y saludable.
¿Qué aspectos no hay que descuidar para un regreso seguro a las aulas?
La vuelta al cole tiene que considerar los hábitos saludables del día a día en cualquier otra época del año: una dieta saludable, no abusar de pantallas y las horas de descanso que precisa cada niño según la edad. En escolares es recomendable entre 9 y 10 horas.
El inicio del curso escolar puede generar capítulos de estrés. ¿Qué herramientas de gestión emocional sirven de ayuda?
Cuanto más pequeños más ganas tienen de volver al colegio con sus amigos, y cuanto más mayores, con la carga de los deberes y los exámenes, tienen menos ganas. Es importante hacerle ver al niño que poder aprender es algo bueno y un regalo que tienen. Tienen la suerte de poder estar escolarizados y relacionarse con otros, pero también de aprender a respetar la diversidad y ahondar en estos valores. Se debería difundir el volver con alegría e ilusión porque el colegio es un sitio donde no sólo vas a educarte, sino que vas a socializar y a aprender a interactuar con tus iguales y con los mayores, los profesores. Eso debemos transmitirles.
Tras las vacaciones de verano ¿Cómo influye en la infancia transitar a los horarios regulares?
Todo depende de cuánto se haya diferenciado del ritmo del sueño escolar. Es una de las rutinas que más suele costar al principio y lo que les va a permitir rendir y estar felices. El sueño es cíclico, son ritmos de sueño, y como tal, si un niño se levanta a las doce de la mañana el día previo al colegio, es difícil que ese mismo día tenga sueño a las nueve de la noche. Como el ciclo del sueño se regula por ciclos, hay que intentar empezar la adaptación los días previos.
¿Preocupa alguna infección? ¿Cómo evitarlo?
Cuanto más pequeños son los niños más facilidad es que cojan procesos porque su sistema inmunitario es más inmaduro. Estamos viendo un repunte bastante importante de coronavirus. Sería importante volver a destacar los hábitos de la pandemia: ventilación, lavado de manos, y si se tienen síntomas respiratorios agudos acudir a clase con la mascarilla para no contagiar a los demás. Los niños lo suelen pasar como un proceso respiratorio más, pero sabiendo que esos cuadros pueden corresponder a coronavirus o gripe, si te pones una mascarilla evitas que se contagien los de alrededor.
La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria ha señalado recientemente que uno de cada cuatro escolares que vuelven al cole presenta alguna enfermedad crónica. ¿Cuáles son las más frecuentes? ¿Qué papel toma Pediatría en este contexto?
De carácter orgánico, las alergias alimentarias, el asma, epilepsia y diabetes. Por otro lado, se encuentran las de la esfera mental. Las más frecuentes son los trastornos del espectro autista, que tienen un aumento considerable; los retrasos en el nivel de desarrollo o los déficit de atención. El papel del pediatra es de coordinación con el colegio para ponerse en contacto a través de informes. Se trata de tener un control y seguimiento de la salud de los niños y si surge algún problema con las patologías, los profesores sepan cómo actuar. Es el nexo para que los menores con enfermedades crónicas vayan al colegio con total normalidad y este sea un sitio seguro y feliz para ellos. La coordinación es primordial
¿Qué señales pueden indicar a la familia un caso de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) ?
Hay unos criterios diagnósticos. El déficit de atención puede ser por inatención, que son los niños que a veces les hablas y están en su mundo, son muy despistados, pierden muchas cosas, no llevan los libros que necesitan... Por otro lado, está el déficit de atención por impulsividad, que son los niños que no paran ni un momento, que se ponen en peligro, que interrumpen, que empujan... esos signos pueden llamar la atención. En un colegio los profesores detectan estos casos, se dan cuenta enseguida.
¿A partir de qué edad se puede desarrollar?
Según los criterios diagnósticos, hasta los 5 o 6 años es fácil hacer un diagnóstico. Hay niños que con dos años ya podemos hablar de una sospecha clínica, pero el diagnóstico es más tardío.
¿Qué papel juegan las actividades extraescolares? ¿Cuánto tiempo de ocio es recomendable destinar al día?
Es importante buscar una actividad extraescolar que sea de ejercicio físico para estimularlo desde pequeños, pero en su justa medida. Hay niños que demandan estar siempre activos por su carácter y otros que les sobran algunas horas. Hay que individualizarlo a cada niño. Creo que se aprende a través del juego, los niños tienen que jugar. Hay que buscar el equilibrio entre que hagan actividades, que también sirve para facilitar la conciliación laboral, pero siempre hay que dejarle al niño que tenga sus ratos de juego. Hay veces que tienen tantas actividades que no les da tiempo, y no se nos puede olvidar que el juego es parte del aprendizaje y hay que dedicarle un momento al día. No puede ser que el niño no tenga tiempo en todo el día de tener ese espacio de juego, es algo que los padres deben tener siempre presente. No hay estudios que determinen cuánto tiempo es recomendable, pero es importante desarrollar la imaginación.
¿Qué limites es recomendable marcar con el uso de las pantallas?
Por debajo de los tres años, lo recomendable es cero. Lo que dicen los expertos es que entre los tres, cinco y seis años máximo una hora y a partir de los cinco años máximo dos horas, cosa que no se suele cumplir. Los expertos inciden en poner límites, sobre todo para los más pequeños, que suelen pasar tiempo con las tablets. Desde luego que en los primeros meses de vida no se recomiendan para nada las pantallas. Cada vez salen más estudios que prueban que puede haber problemas en el neurodesarrollo, por eso hay que incidir en poner límites.
Todo esto del total de pantalla para ocio, eso hay que especificarlo porque muchos colegios utilizan pantallas. Los problemas pueden abarcar desde problemas visual, irritabilidad, nerviosismo, insomnio e incluso de obesidad porque es una actividad muy sedentaria y ralentiza el aprendizaje.