Huesca

ECOS/¿qUIÉN SOY?

Eva Naval, feliz, creativa, locuaz y llena de ideas

La creadora de Carita Bonita es tremendamente emprendedora y tiene en su cabeza mil proyectos para poner en marcha

Eva Naval en una imagen de niña y en la actualidad con el mismo posado y similar indumentaria.
Eva Naval en una imagen de niña y en la actualidad con el mismo posado y similar indumentaria.
S.E.

Su sonrisa de niña buena y su cara de traviesa son la carta de presentación de Eva Naval, la creadora de la marca Carita Bonita que un día dejó volar su imaginación y empezó a “bonitizar” el mundo. Natural de Huesca, “con padres de Zaragoza”, pasó toda su etapa escolar en el colegio Santa Rosa, “siendo de las más pequeñas de la clase” (nació un 17 de diciembre), fueron unos años de los que guarda “un muy buen recuerdo” y se siente orgullosa de “conservar la relación con las que son mis mejores amigas desde el colegio”.

Fue una infancia de “mucho juego” y recuerda que uno de sus favoritos era “jugar a las tiendetas con retajos de telas que guardaba la abuela de una amiga”, pero también hubo “muchas excursiones y viajes en familia, estancias en el camping que nos encantaban, visitas a los abuelos y siempre con mucha gente a mi alrededor”.

Un periodo que resume como “muy feliz” en el que se sintió “muy arropada”.

Del colegio pasó al instituto y ya por entonces mostraba una gran creatividad, si bien lamenta, “que hasta ese momento mis profesores no la habían valorado como algo positivo” pero a partir de ese etapa empezaron “a poner por las nubes mis trabajos y a darme las mejores notas”, y recalca que “en el colegio nunca había tenido calificaciones altas en este tipo de asignaturas”. Y en especial agradece el haberse topado con “mi profesora Concha que lo vio como algo especial y me dio alas”.

Viendo su gusto por el diseño sus padres la animaron a cursar estos estudios, pero reconoce que le asustó “salir de Huesca”, y finalmente optó por matricularse en Magisterio, una decisión que no fue al azar ya que “siempre me han apasionado las criaturas”, y volvió a sentirse “muy feliz” con esta faceta que agrega que “me llenó”.

Como su vena creativa seguía muy latente se matriculó en la Escuela de Arte para cursar un módulo de Fotografía y de nuevo volvió a ser “feliz” con una actividad que le “encantó” y valora lo mucho que aprendió. Y ya en ese momento se mostró una visionaria al realizar “un proyecto final sobre Barbie”, que remacha, “ahora estaría súper de moda”.

Sus ganas de aprender no se agotaron y finalmente dio el salto a Bellas Artes matriculándose en Barcelona, y al mismo tiempo, tras haberse presentado a las oposiciones, empezó a “trabajar como maestra en el colegio Juan XXIII”, haciendo encaje de bolillos y concentrándose las clases en dos días, siguió con ambas tareas unos años.

Y fue en primero de carrera cuando, indica, “mis amigas iban a una feria de artesanía y les di unos monederos de fieltro que había cosido para que los vendieran, y volaron”. Así nació Carita Bonita la marca que registró “un año después”, y en la que siempre ha estado presente la imagen que la caracteriza, “una cara sonriente, que es un dibujo que hice de mi madre y lo de bonita viene porque es un adjetivo que ella le aplica a todo”.

En 2008 abrió la tienda con su madre como socia y ya no han dejado de surgirle ideas, no ha parado de crear proyectos, y ha “bonitizado” todo tipo de cosas, pero su mayor logro es su hija Alicia que se ha convertido en la mejor embajadora de la marca y con la que disfruta dando rienda suelta a su imaginación.