SALUD LABORAL
La Iglesia oscense pide actuar contra la siniestralidad laboral
La plaza Navarra ha acogido una concentración para pedir trabajos “saludables”

“Personas comprometidas igual a trabajo decente”; “lucro sin freno igual a descarte de personal”; “dignidad, inclusión y diálogo”. Son algunos de los mensajes que se pudieron leer en los carteles de la concentración de este viernes por la tarde en la plaza Navarra, convocada por Iglesia por un Trabajo Decente (ITD) -integrada en la Diócesis de Huesca por la Hermandad Obrera de Acción Católica (Hoac), Cáritas, la Conferencia Española de Religiosos (Confer), la Juventud Obrera Cristiana (Joc), Acción Católica General, Movimiento Rural Cristiano y Movimiento Junior-.
La muerte del trabajador que operaba en el parque eólico de La Puebla de Albortón (Zaragoza) eleva a 30 los empleados fallecidos en 2023 por siniestralidad laboral, un hecho denunciado por la Iglesia, que recuerda que “la salud laboral es un problema social que requiere de soluciones colectivas”.
La concentración se enmarca dentro de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, que incluye otro acto este sábado 7 en la sala de exposiciones del Ayuntamiento de Lanaja, donde se proyectará un documental a las 16:00 horas y donde se ofrecerá un documental que irá seguido de testimonios.
Bajo el lema ‘Un trabajo decente tiene que ser un trabajo saludable’ los convocantes han reflejado en la lectura del manifiesto que el modelo económico actual favorece, en ocasiones, que se priorice el punto de vista económico antes que el humano. “El trabajo se está convirtiendo para muchas personas en un suplicio”, expresa Margarita Alfaro, de la Hoac, quien incide en abordar el tema desde la “sensibilización” y la “empatía”, sobre todo en el ejercicio de conocer la situación de personas empobrecidas. “Hay familias que aun teniendo un trabajo estable no llegan a fin de mes”, denunció. ITD puso el foco en la precariedad, “en los numerosos casos de cargas esqueleto-musculares”, así como los problemas de salud mental. Piden a las instituciones “ponerse al servicio de las personas para avanzar hacia la humanización del trabajo”, resume Alfaro