ECOS/ ¿qUIÉN SOY?
Vanesa Estallo, ideas claras y mucha iniciativa
Con tan solo 21 años hace unos meses emprendió su negocio y se puso al frente de un bar de copas

Con tan solo 21 años Vanesa Estallo acumula una experiencia vital mucho más intensa que otros jóvenes de su edad, y tras haber pasado un tiempo como empleada, hace siete meses se convirtió en emprendedora y se puso al frente de un bar de copas buscando “ofrecer algo que no había en Huesca”, y aunque disfruta con lo que hace, tiene decidido un nuevo proyecto de vida para dentro de unos años que incluye “librarse de preocupaciones”.
Nacida en Huesca “en este siglo”, se recuerda como “una niña que imaginaba ser cocinera”, por eso disfrutaba “jugando a las comiditas”. Guarda un recuerdo muy especial de “los fines de semana y el verano con la familia en Nueno, el pueblo de mi padre, y de los viajes a Zamora a ver a la abuela de allí”.
Su etapa escolar comenzó en el Alcoraz y siguió en el Pirámide, una época sobre la que dice con sorna que “me desorienté un poco, como había mucho campo me dejé llevar”. Tras eso, continuó en Salesianos y después cursó “una FP básica de Informática que aunque no me gustó mucho me la saqué”.
Haciendo caso a su vocación, se matriculó en un Grado Medio de Cocina y al mismo tiempo comenzó a trabajar de camarera en un bar de copas. Una decisión que marcó la vida de Vanesa. “Me enamoré del dueño y me casé con él y fue quién me vino con la idea de coger el bar, porque estaba cerca del suyo y se había quedado libre”. Y aunque reconoce que no lo veía claro y que en un principio no le cuadraba el sitio, apostilla que “al final me convenció”.
Ambos se implicaron en el proyecto y se encargaron personalmente de las reformas, y tras tres meses de trabajo “el pasado 10 de marzo Kapput -situado en la calle San Lorenzo esquina con Espinosa de los Monteros- abrió sus puertas”. Y relata que fueron unas semanas complicadas porque “unos días lo veía muy claro y otros me asustaba la idea de ponerme al frente de todo con toda la responsabilidad que implica”.
Pero curiosamente lo más complicado del proceso fue encontrar un nombre. “Quería algo pegadizo y contundente, y pasamos varias semanas pensando hasta que salió”.
En su pequeño establecimiento busca ofrecer algo que no hay en Huesca, “un local de chupitos y de coctelería de autor natural”. Y a la hora de confeccionar su carta detalla que “las combinaciones han salido adelante con el método ensayo error y mi pareja ha sido siempre el primero en probarlos”. Si bien se siente muy orgullosa del resultado, “están muy ricos”, remacha.
Y a modo de balance de estos meses de andadura valora que “son muchos los clientes de fuera que vienen a tomar algo porque en Google Maps figura como un sitio tranquilo para una copa”.
Y mientras la mayoría de los veinteañeros siguen disfrutando de las salidas nocturnas como clientes, Vanesa lleva bien “vivir la noche de otra manera” .
Con sus ventajas e inconvenientes está satisfecha con su faceta como emprendedora ya que le gusta “el trato con la gente”, pero tiene muy claro que “el día de mañana me veo más con una visión más humilde”. “Me veo de cocinera en una plaza fija”, remacha.