Huesca

CATEDRAL DE HUESCA

A la espera del plan director, mientras avanza el deterioro

Los responsables de la Seo oscense creen que el Ministerio tendrá que actuar de urgencia

El campo de trabajo que se ha celebrado en el entorno de la catedral ha permitido encontrar tres estructuras de época medieval.
El campo de trabajo celebrado en el entorno de la catedral 
D.A./Pablo Segura

La Catedral de Huesca y su entorno siguen degradándose a la espera de que se redacte el Plan Director que recogerá la situación actual del conjunto patrimonial y determinará las medidas necesarias para preservarlo. Esta previsto que este documento vea la luz en el primer trimestre de 2024, tras un plazo de redacción de 14 meses. Pero el tiempo pasa y el deterioro del entorno de la Catedral avanza, por lo que los cuidadores y responsables del templo consideran que el Ministerio de Cultura se tendrá que plantear intervenir en ciertas cuestiones que “urgen” y además para la ciudad de Huesca “es muy importante sacar esto adelante”, advierte Susana Villacampa, directora del Museo Diocesano. Se refiere en esta línea a elementos como los pináculos de la Catedral, en muy mal estado, y las humedades que sufren algunas partes del templo, lo que causa un gran deterioro de la piedra.

Para frenar este desgaste desde el Obispado se hacen actuaciones “a veces de urgencia cuando peligran determinadas estructuras o ciertas zonas”, comenta.

Arquitectos, arqueólogos e historiadores han visitado ya la Catedral y su entorno para recoger los datos con los que se va a elaborar este plan que se tendrá que entregar la próxima primavera. “No hemos vuelto a tener noticias de ellos desde agosto, en una de las últimas visitas que hicieron. Ahora tienen que recoger toda la información para darle un sentido y ponerlos sobre papel”, comenta.

La experta plantea que un Plan Director “no significa que a continuación se vaya a poner en marcha un proyecto de rehabilitación, es solamente un documento escrito que va a marcar las pautas futuras a la hora de restaurar y de rehabilitar”.

Su redacción, remarca, “no implica que esa restauración vaya a ser inminente. En realidad sí que a nivel legal y oficial hay una serie de plazos, pero sabemos por experiencia en otras catedrales que a veces se retrasan mucho y no se cumplen”.

Susana Villacampa valora que se trata, al menos, de “por el momento tener el plan y a partir de allí habrá que cruzar los dedos y hacer un poco de difusión y de palanca incluso para tratar que las administraciones públicas, conjuntamente con el propio Obispado, por supuesto, puedan sacar adelante, al menos la parte del plan que sería de más urgente ejecución”. Recuerda que desde hace unos años, cada verano se realizan en el conjunto catedralicio unos campos de arqueología para jóvenes voluntarios que promociona y promueve el Obispado de Huesca con la colaboración de la comarca de La Hoya. “Estas labores se centran especialmente en la limpieza y el desescombro arqueológico de algunas zonas que están completamente colapsadas”, asegura.

Todo ello se realiza bajo la supervisión y el control de un arqueólogo e “intentado leer ese material que va saliendo entre los escombros y que en algún caso, además, nos da sorpresas muy agradables”, concluye.