Valle de Rodellar, “esfuerzo y pasión” familiar por emprender en el territorio
Josefina Irene Cortés fue galardonada en los premios Germana de Foix por su larga trayectoria como emprendedora en la Sierra de Guara

El emprendimiento sigue siendo uno de los pilares más importantes con los que cuenta el territorio altoaragonés desde hace mucho tiempo. Fiel reflejo de ello es la distinción en categoría de Mujer Emprendedora que recibió Josefina Irene Cortés el pasado jueves en la celebración de los galardones Germana de Foix de Barbastro.
No se trata de una mujer cualquiera en la provincia, ni mucho menos en la Sierra de Guara, donde desde hace más de 30 años es un claro referente del emprendimiento, al igual que su marido, debido a la construcción del Camping El Puente a orillas del río Alcanadre, en Rodellar. Su arraigo y amor por el territorio les llevó a expandir aún más si cabe su negocio con la apertura del Aparthotel Valle de Rodellar hace trece años y de la empresa de actividades Rodellar Aventura, especializada en escalada y barranquismo.
“La trayectoria es muy larga, pero el trabajo que han llevado a cabo nuestros padres ni ha sido breve ni fácil. En su tiempo se imaginaron un camping en este lugar, compraron este terreno y lo hicieron todo con mucho mimo y esfuerzo hasta llegar aquí”, explica Patricia Serena, hija de Josefina y Pepe.

Y es que la empresa no puede ser más familiar, pues Josefina continúa “liderando” el camping a sus 74 años, mientras que su hija Patricia se encarga de la gestión de servicios y personal, y su hijo Tomás del mantenimiento y la empresa de actividades. “Decidimos con mi hermano que nos quedábamos para apoyar y ser parte del proyecto. Es mucho trabajo, pero todo queda en familia después de todo lo que han construido nuestros padres”.
El aparthotel cuenta con 32 apartamentos y un edificio principal, incluyendo piscina. Junto al camping y la empresa de actividades, tal es la magnitud de su crecimiento y apuesta por el territorio altoaragonés que en época alta -julio y agosto- cuenta con alrededor de cincuenta trabajadores para poder dar el mejor servicio posible.
Pero “eso no es lo más importante para nosotros, sino el entorno y la cantidad de gente que decide venir a esta zona, la cual puede parecer aislada de todo pero lo convierte en un paraje increíble”, relata Patricia.
Un gran amor por poder crecer en el territorio
Su amor por la zona viene inculcado por sus padres desde que ella y Tomás eran niños:“Este territorio dejó cautivada a mi madre y su vida se ha desarrollado siempre aquí, en la Sierra de Guara”.
Ahora, durante la época más fría del año, el camping permanece cerrado y quedan abiertos los apartamentos, con los que mantienen los servicios “para que aquel que pase por la zona pueda encontrar un sitio donde comerse un bocadillo o simplemente disfrutar de estos lugares más recónditos y con encanto”, incide.
Su filosofía va a continuar siendo la misma que ha llevado a la familia de Josefina hasta aquí tras un gran sacrificio de todos: “Esfuerzo, sacrificio y pasión por la zona. Algo que no vamos a cambiar bajo ningún concepto para que todo el que venga pueda conocer lo bonito y especial que puede ser este territorio”.
“Seguiremos trabajando para que senderistas, barranquistas o simplemente turistas puedan disfrutar de su estancia en su máximo esplendor”, añade.
Eso sí, con el deseo de que las comunicaciones “vayan a mejor” tras mucho tiempo de promesas que no se cumplen desde las instituciones. “Ayudaría a todos, y a pesar de ello hemos demostrado que se puede crecer y trabajar por y para el territorio”.