Opinión
Por
  • MIGUEL SÁNCHEZ TRASOBARES

Uso correcto

El uso de la inmensa gama de aparatos electrónicos de la que disponemos en la actualidad -como sustitutos en la educación de los niños- preocupa cada vez más a los expertos en el tema, lamentablemente.

Porque se ha comprobado que, en esa época tan crítica de la vida cuál es la niñez, la exposición de forma prolongada a ciertos dispositivos -entre los que se incluyen tabletas, móviles, videojuegos, consolas, o computadoras- puede modificar sus conexiones cerebrales, repercutiendo -entre otras- en áreas relacionadas con el lenguaje, la socialización y la expresión de los sentimientos.

La explicación es bien sencilla: mientras en esa edad están abstraídos con el aparato tecnológico de turno, se estimulan en menor medida determinadas habilidades tan importantes como el habla, la escucha, la observación del entorno que les rodea y la empatía, a la vez que se les inclina hacia el individualismo negativo que forman un patrón consistente de egocentrismo irresponsable.

Y es que, no se trata de satanizar lo tecnológico "per se" pues además de su función lúdica, potencia el liderazgo y agiliza la toma de decisiones: tan solo hay que darle el uso correcto.