Opinión
Por
  • JAVIER ARES

El camino del corazón

Qué importantes son las tradiciones, principalmente aquellas que perpetúan valores ejemplares y conmemoran lo mejor de nosotros mismos. La autenticidad de estos actos se caracterizan por la presencia de un ingrediente esencial, el aporte del corazón.

El pasado 4 de enero tuvo lugar el tradicional Concierto de Año nuevo de la Orquesta de Cámara de Huesca que interpretó un programa sugerente e inteligente, aunando tradición e innovación. Desplegaron músicas sorprendentes por su carácter moderno, cada uno en su estética, desplegando un recorrido sonoro impecable desde las recreaciones medievales de la abadesa von Bingen hasta la banda británica Coldplay.

La calidad del sonido fue el hilo conductor de este trayecto, un sonido afinado, flexible y rico en matices, que fluyó sin interrupciones hasta los aplausos desbordados tras uno de los puntos culminantes con la fusión de las danzas y las acrobacias gimnásticas del Club 90. La versatilidad de la Orquesta, así como su sentido del humor, quedó patente en la interpretación de la Sinfonía de los Juguetes, en que la sección de violas, pianista y un violín se hicieron cargo de los instrumentos especiales que la obra requiere.

Antonio Viñuales Pérez, digno sucesor, tomó las riendas dirigiendo desde su violín con la exigencia y maestría propias de su brillante trayectoria. Una solida formación desde la infancia, enriquecida con experiencias en los mejores foros musicales europeos, le dan un bagaje al alcance de muy pocos que la orquesta aprecia, valora y del que se nutre.

Por último, resaltar que las muchas virtudes de la Orquesta de Cámara de Huesca: su vigor, honestidad, complicidad de sus miembros, versatilidad, sentido del humor, etc. tienen un origen nítido en la figura honesta y generosa de Antonio Viñuales Gracia, su director fundador. Su dedicación absoluta y entrega generosa a su ciudad a través de la música arraigó en sus alumnos, luego compañeros y amigos, muchos de ellos grandes profesionales, que acuden para celebrar, un año más, aquellas cosas que realmente importan porque siempre fueron hechas desde el corazón.

Ayudemos a mantener y estemos orgullosos de nuestras mejores tradiciones.