Opinión
Por
  • VENANCIO RODRÍGUEZ SANZ

Cabezasbien amuebladas

Hay saberes que se perdieron por soberbia. Dersu Uzala les decía a los militares: "Vosotros sois como niños que tienen ojos y no ven." También la Biblia apunta:" De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis." En todas las partes del mundo existen creencias en torno a la exhumación de los muertos. Por suerte vivimos en pleno siglo XX, somos europeos y hemos avanzado tanto, que no hay gente supersticiosa. Por eso me atrevo a relataros lo siguiente: "Varios de los involucrados en la exhumación de los restos del libertador, Simón Bolívar, fallecieron en extrañas circunstancias. En la tumba de Tutankamón encontraron una tablilla que decía: «La muerte abatirá sus alas sobre aquél que interrumpa el sueño del faraón». Tiempo después de esta profanación, a los protagonistas les sucedieron cosas raras... Aunque también es cierto que hay una comunidad en Indonesia que, cada tres años, visten a sus difuntos para celebrar una fiesta con ellos." En fin, está claro que son pueblos menos evolucionados que nosotros. Aunque, pensándolo bien, aún queda algún ejemplar antediluviano: "Resulta que tengo un amigo que un día se encontró un penique en un nicho vacío. Lo cogió, y según me contó, le empezaron a suceder cosas extrañas. Entonces lo fue a devolver al lugar de origen y, desde entonces, las cosas volvieron a su cauce normal." ¡Parece mentira! Gracias a Dios, hoy día sabemos que son más peligrosos los vivos que los muertos. ¿Verdad?