Opinión
Por
  • LUIS DEL VAL

El boticario coherente

El boticario coherente
El boticario coherente

Hace poco más de cinco años, Palma de Mallorca fue el escenario de una manifestación que reunió a más de 80.000 personas en protesta por la catalanización de la escuela. Cinco años después, merced a la pasividad de los gobiernos del PP, y al entusiasmo del actual gobierno del PSOE en Baleares, presidido por Francina Armengol, el arrinconamiento del español -que ya hablan en el mundo 500 millones de personas- no sólo se da en la escuela, sino que se ha extendido a otros sectores, algunos tan sensibles como el sanitario, donde el mérito para ejercer y ascender un médico, no se basa en sus conocimientos científicos, sino en el dominio que tenga del catalán. Debe haber un misterio científico, según el cual, un enfermo con la vesícula biliar averiada, si le hablas en catalán su vesícula mejora, mientras que si el enfermo escucha al médico hablarle en castellano su vesícula empeora. Gracias a ese sistema, en la comunidad balear tiene más posibilidad de ejercer la medicina el propietario de un expediente académico mediocre, siempre que su titular domine el catalán, que un número uno de la especialidad de la que se trate, si no domina el catalán.

José Ramón Bauzá, que presidió con bastante acierto la Comunidad, durante cuatro años, cansado de la persecución del castellano y de la complicidad de su partido, ha decidido dejar el PP. Por cierto, cuando fue elegido por la militancia líder de los populares en las islas, le votó casi el setenta por cierto.

No tengo el gusto de conocerle, pero a la manzanilla la puede llamar manzanilla, en castellano; camamilla, en catalán, o chamaemelum nobile, que es su nombre en latín, porque el señor Bauzá es farmacéutico. Uno de esos boticarios coherentes, y al que no le da pereza dejar un partido, cuando ese partido cambia de criterio o se acomoda a lo políticamente correcto.