Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Una solución para el Seminario

No habla muy bien de una ciudad el mantenimiento en precario de un edificio tan emblemático como es el antiguo Seminario de Huesca. Ni instituciones ni sociedad civil pueden colocarse una medalla, las primeras por inacción, la segunda por apatía prolongada a lo largo de lustros en el limbo de los contenidos de un espacio que hubiera podido resultar prometedor si, de verdad, se hubieran estudiado alternativas que bien pudieran haberse decantado por los cauces educativos, al haber sido cedido a la Universidad de Zaragoza, bien podrían haber discurrido por otras vías incluso residenciales relacionadas con la enseñanza. En realidad, algo similar a lo que se decide con el documento de detalle que establece una trinidad de utilizaciones, desde la preservación de los elementos protegidos hasta el área libre, pasando por esa superficie para la biblioteca de investigación y el escenario sin definir recreativo-educativo-sociocultural.

Existe un dicho entre la diáspora de nuestro país en el exterior que define el pensamiento que, en buena parte de Europa, se maneja sobre nuestra personalidad: el español, listo, pero tarde. Y, sin embargo, habida cuenta que hasta aquí la diligencia ha obrado por su ausencia en distintos mandatos y administraciones, hay que convenir que, para crecer en el plano educativo, se impone un pensamiento y una elaboración estratégica, porque este territorio necesita competir a través de la formación de buenos profesionales, de la voluntad de egresar de las aulas jóvenes capaces de arraigarse en la ciudad y su entorno, y del aprovechamiento de oportunidades que, en ocasiones, no sólo vienen por tierra, sino también por aire. Y a buen entendedor... pilotaje seguro.