Programas en TV

Decía un personaje que su gato era inteligente, porque dormía sobre el televisor para estar caliente; porque allí no corría el peligro de que lo pisasen; y es el único lugar del aposento donde no se puede ver la televisión.

Es de personas más inteligentes que dicho gato ver ciertos programas de la televisión, porque es un medio de ver y conocer cosas positivas. J.L Martín Descalzo, escribió sobre el viaje del papa Juan Pablo II a España un artículo "Te deum por la prensa" y decía: "fueron millones de personas los que a través de la televisión participaron de los actos del papa, lo vieron y oyeron en directo? Difundiendo el viaje y valorándolo positivamente la prensa, radio y televisión cumplieron su deber y respondieron a la objetividad de los hechos. Hoy yo rezaría un "Te deum" en agradecimiento porque estos medios han sido inventados. Pero, por si acaso cambio de idea no encenderé la televisión esta noche".

Y no ver ciertos programas en la televisión, por tontos y nada formativos, es de personas inteligentes, así aprovechan el tiempo leyendo un buen libro. "Gran gusto el leer, empleo de personas que, si no las halla, las hace" (Gracián). Escuchar música también es aprovechar el tiempo; ya que dicen que es "delicado filete de oro que dulcemente gobierna los afectos". Y una amena y grata conversación con la familia "la más antigua de todas las sociedades y la única natural es la familia", al decir de J.J. Rousseau, es un gran bien y muy positiva cosa.

Así nos libramos de esos programas desnaturalizados y degradantes que a diario dan ciertas televisiones, con un lenguaje y ambiente de lupanar, y en opiniones superficiales y erróneas propagadas como dogmas.