Opinión
Por
  • CARLOS GARCÍA MARTÍNEZ

La carretera del Somport existe, el Canfranero...

"Bearn Adour Pyrenées" es una prestigiosa asociación que se ocupa de los temas de comunicaciones que afectan a esos tres territorios, algunos de los cuales, inevitablemente, nos concierne. Como es el caso de la comunicación carretera por el hermoso túnel del Somport, a propósito de la cual han hecho público el escrito que, por coincidir con mis puntos de vista, traduzco y les resumo: "Desde Olorón al túnel de Somport, la nacional N134, y eje europeo E7, atraviesa 5 pueblos y tiene varios pasos estrechos y peligrosos, indignos de su doble estatuto. Seis opciones pueden examinarse para suprimir las molestias y mejorar la seguridad de sus vecinos y usuarios - No hacer nada, aunque el tráfico siga aumentando: un 22 % en los diez primeros meses de 2018, hasta los 150.000 vehículos en el túnel. Y continuará el auge al concluir las autovías que convergen en Jaca.

- Prohibir el paso a los camiones: imposible por ser contrario a la libre circulación, aunque lo sea en los pueblos que dispongan de variante.

- Prohibir el paso a las materias peligrosas: sería olvidarse de que el túnel ha sido concebido para el paso, debidamente controlado, de estos productos.

- Pequeños arreglos, como circulación alterna en los pasos angostos o limitaciones de velocidad, que son medidas que no están a la altura de los retos.

- Trasladar todas las mercancías al ferrocarril: opción que no puede ser una alternativa a la carretera porque las restricciones de la vía limitan la capacidad anual de la línea entre 500.000 y 800.000 toneladas, mientras 3 millones pasarán por la carretera este año.

- El examen objetivo conduce siempre a la solución de llevar a cabo las variantes de pueblos y reformar los pasos más estrechos y peligrosos. No se trata de hacer una autopista por el respeto que se merece el valle, sino de reformar una carretera muy antigua, y convertirla en una vía moderna salvando las zonas habitadas, tal como se hizo en Etsaut y Bedous.

Sabemos que existen opositores que retrasan unas reformas imprescindibles de un coste comedido. La Región se niega a costear las carreteras, pero el proyecto de Ley de Movilidades contempla 330 millones para las infraestructuras de Nueva Aquitania y un nuevo contrato está pendiente entre el Estado y la Región. En el anterior, entre 2015 y 2020, la N134 tenía un presupuesto de 64 millones, luego recortado a 49. Muchos de nuestros representantes electos expresan su apoyo… Es el reto al que responder por el bienestar y la seguridad de todos, en el respeto a uno de los espacios naturales habitados de Europa. ¡Porque todos nosotros amamos este valle! Es el desafío lanzado a todas y todos".

Lo que debería ser también un desafío para rescatar el tema del olvido de los medios y los políticos aragoneses superando las excluyentes preferencias canfraneras del presidente de Aquitania y alguna nostálgica asociación.