Opinión
Por
  • VENANCIO RODRÍGUEZ SANZ

La plantilla del Sr. Echenique

El caso Echenique sirve de plantilla para ilustrar el mal que aqueja a la humanidad. Aunque el Sr. Echenique no inventó nada, desde que el mundo es mundo, esto es así, ya lo dice la Biblia con aquello de amar al prójimo (próximo), como a ti mismo.

Nuestro problema no son los grandes discursos ideológicos, sino el dar pan. Nuestro problema no son los buenos consejos, sino en predicar con el ejemplo. No está en apadrinar niños que viven a 10.000 km. de distancia, sino en acoger al que tienes al lado. No está en unirse a grandes cruzadas para salvar al mudo, sino en ayudar al vecino del quinto primera. No está en lo grande, sino en lo pequeño, en el vivir diario, está en la coherencia. No está en la mente, sino en el corazón. Está en la armonía entre lo que se piensa, lo que se dice y lo que se hace. Está en salvarse uno a sí mismo, en fin. El Sr. Echenique, tras su vergonzoso desliz, dimitirá o no de su cargo en Podemos, eso es lo de menos. Lo importante es lo que se vende cuando uno no asume su responsabilidad: el respeto a sí mismo. Desde este error, todo es caída. Pero no se preocupe, D. Pablo, desde Adán hasta nuestros días todo el mundo lo hace, uno más no importa.