Opinión
Por
  • TEÓFILO MARCO ESTELLA

En la mesa de comer

En algunas celebraciones por bodas, de asociaciones diversas, las mesas de comer están llenas de sabrosos y delicados manjares, pero los comensales tenemos pocas delicadezas y buenas maneras. Se habla a gritos y con la boca llena de comida, se discute de todo lo humano y lo divino, se murmura y se critica a personas ausentes? Así que cuando uno termina de comer en una mesa así, nada de calidad humana hemos ganado. Solo hemos llenado bien el estómago, pues, hasta alguno ha dicho: "Hoy la del pobre: antes reventar que sobre", Este dicho popular debe su procedencia de los antiguos banquetes romanos que decían: "Ab ovo usque ad mala", de los huevos a las manzanas, desde el principio al fin del banquete, por ser esos dos platos los que se servían al principio y al fin respectivamente, en las fiestas.

Decía el doctor Marañón "que toda la obra de la educación no es más que una superación ética de los instintos". Si en la mesa de comer no nos dejamos llevar por el instinto-vicio de la gula, si nuestra conversación es más cultural y menos de cuentos y chismes, de mala lengua y encizañadora, cada uno de nosotros puede poner su granito de arena en el placer que significa comer bien y en buena compañía. La educación en la mesa de comer es todo un arte que a todos gusta.