Mi perro Lucas
Mi perro Lucas, al igual que todos los demás, es una bendición y tiene un instinto extraordinario. Cuando cojo la correa para sacarlo de paseo se pone la mar de contento. La segunda salida que hago con él todos los días es a las dos y media. Cuando vuelvo lo dejo en casa y yo me voy a andar durante una hora por aquello de mantenerme en forma. Pues bien, cuando ve que me voy él me coge del pantalón como diciendo, "no te vayas", cosa que no hace en las numerosas salidas que hago a diario por distintos menesteres. Distingue perfectamente cual es mi salida de ocio y cuales las de por obligación.
Vivo en un sexto piso y él sabe perfectamente cuándo llama mi hija en el timbre de la calle, se pone la mar de contento esperando nervioso la visita, mientras que de todas las demás llamadas pasa olímpicamente.
Cuando estoy trabajando frente al ordenador el no se mueve de mi lado como diciendo, "te acompaño". Adivina perfectamente cuando Cristian dice hasta mañana en el programa de Pasapalabra y levantándose como si tuviera un resorte viene corriendo a mí queriendo decirme, "el programa ha terminado, llévame a dormir"...
Sólo se sabe de las excelentes cualidades que tiene un perro cuando se tiene y esto es aplicable a cualquier otra mascota o animal que cada uno pueda tener. Por eso, es a lo que quería llegar, es detestable el maltrato animal que algunas personas dan a los mismos, sin tener en cuenta que todos ellos sufren en la misma medida que lo hacen las personas.
El maltrato animal debería ser castigado con mayor rigor y prohibir muchos de los festejos populares que se organizan en torno al sufrimiento animal y que en la mente de todos están. En esto, tanta culpa tiene quien así actúa como el que pudiendo evitarlo lo consiente. Algún buen paso se ha dado recientemente en el Congreso en este sentido pero hay que hacer mucho más.
Lo que he contado de mi perro Lucas, a modo de introducción, ha sido simplemente la excusa para hacer hincapié sobre el grave problema del maltrato animal y para que nos haga reflexionar.
