Opinión
Por
  • CARMEN TRASOBARES LÓPEZ

Las zonas verdes

Sabido es que las zonas verdes de nuestros jardines y parques mantienen el clima y proveen de recursos necesarios para la vida.

Cada uno de nuestros árboles y bosques merecen sumó respeto así como su conservación, porque son seres vivos al igual que nosotros y habitaban mucho antes en nuestro planeta.

Además, y gracias a la existencia de ellos, podemos obtener el oxígeno que necesitamos para poder vivir y que es fundamental para las personas.

De ahí que con la tala desmedida de los mismos lo único que se provoca es la alteración de los ecosistemas, de tal manera que en el día de mañana muchos de los hábitats que conocemos podrían desaparecer sin dejar rastro alguno, quedando tan solo tierra erosionada y extinción de millares de especies de la flora y fauna.

Y es que, al objeto de protegerlos como es nuestra obligación y considerando que cada generación ¡ojo¡ es depositaria de la Tierra, bien deberíamos en justicia transmitir a la posteridad -tal como dijo en su día J. Sterling Morton, ilustre político estadounidense del siglo XX- al menos, tantos árboles y jardines como los que hemos agotado y consumido.