Opinión
Por
  • ANTONIO MOZÁS (PÁRROCO DE FONZ)

Incendio en Fonz y calor humano

Estimados vecinos: Pasados ya unos días después del incendio sufrido en mi vivienda, y recuperada ya la normalidad, me dirijo a todos vosotros desde el púlpito municipal que me ofrece el Ayuntamiento para publicitar mi más sincera gratitud, por vuestras tareas de auxilio y vuestra preocupación hacia mi persona.

En estos días he notado más que nunca el cariño que este pueblo, tan querido para mí, me profesa. Un sentimiento que me emociona y conmueve.

Como sabréis, he pasado días difíciles no sólo por el triste accidente, si no también por el fallecimiento de uno de mis hermanos.

En todo momento he notado vuestro calor humano que me ha reconfortado.

Quiero hacer extensible estas palabras de agradecimiento a todos los vecinos que colaborasteis en que este incendio quedará al final en un susto. Feligreses o no, miembros del Ayuntamiento, Guardia Civil, Protección Civil, Bomberos del Cinca Medio, … Fuisteis, y los seguís siendo, los buenos samaritanos de los que nos hablan las escrituras. Un ejemplo de vecindad, de amistad y de colaboración, todos juntos.

El sentimiento de comunión no sólo se experimenta en la iglesia. El pasado 15 de febrero lo pudimos sentir en la plaza Mayor, junto al portal de mi casa. Más allá del ámbito espiritual y religioso, vosotros habéis demostrado que vivimos en una profunda comunión entre verdaderos vecinos.

Ojalá este sentimiento de comunión cívica, esa idea de bien común que es la buena vecindad, perdure muchos años.

Gracias de nuevo.

Siempre vuestro.